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ATLÉTICO DE MADRID

Las peñas del Atlético también recusan a Gil Manzano

La Unión de Peñas ha emitido un comunicado ante la "persecución" del árbitro al equipo y pide que no le pite más: "Es imposible que sea mera casualidad".

Actualizado a
Simeone y Gil Manzano, en el Atlético-Athletic
Rodrigo JiménezEFE

Gil Manzano es persona non grata para el Atlético de Madrid. La expulsión de João Félix (más la retahíla de amarillas a sus compañeros) fue la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los rojiblancos. Los futbolistas lo expresaron sobre el campo, incluso Andrea Berta lo manifestó y ahora son las Peñas, que dan continuidad con un comunicado al malestar que la afición expresó en el Wanda Metropolitano con varias pitadas atronadoras, antes, durante y después del partido ante el Athletic.

Por eso, la Unión de Peñas protesta con contundencia ante lo que entienden que es una "evidente persecución" de Gil Manzano hacia el Atleti y, en consecuencia, le ruega al Comité de Árbitros que no le vuelve a designar al extremeño, porque hacerlo sería "una ofensa al sentimiento de los seguidores atléticos".

El comunicado de las peñas del Atlético

“En relación con el arbitraje sufrido en el día de ayer a manos del ínclito Jesús Gil Manzano, la Unión quiere hacer constar su más enérgica protesta ante la evidente persecución de la que nuestro club está siendo objeto por parte de un personaje tan oscuro como nocivo.

Es imposible que la reiteración en la provocación y la falta de imparcialidad, siempre que de arbitrar al Atleti se trata, se deba a mera casualidad. Parece claro que este individuo disfruta maltratando permanentemente a nuestros jugadores con actitudes que resultan una clara adulteración de la competición.

Por ello solicitamos públicamente al CTA de la Federación Española de Fútbol que no vuelva a designar al aludido para ningún encuentro en que participe el Atlético de Madrid. Hacerlo significaría no sólo una falta de responsabilidad sino una ofensa directa al sentimiento de los seguidores atléticos”.

Hasta mediados de los 80, los clubes sí que podían recusar a los árbitros si entendían que les podían perjudicar o que no eran adecuados para dirigir los partidos de su equipo. Quizá si ahora se pudiera, en la lista de los rojiblancos entraría Gil Manzano, y ese es el deseo de la Unión de Peñas tras la última polémica en el Wanda Metropolitano.