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JUEGOS | AUSTRALIA 0 - ESPAÑA 1

Oyarzabal esquiva el abismo

Los de De la Fuente se estrellaron una y otra vez ante el muro australiano hasta que la exquisita zurda de Asensio y la cabeza de Oyarzabal evitaron una situación dramática.

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Oyarzabal esquiva el abismo

Asensio y Oyarzabal rescataron a España cuando asomaba la cabeza por el precipicio. Se le atragantó a La Roja un partido en el que dominó de principio a fin, con una Australia que puede recordar sin hacer demasiado esfuerzo mental cada vez que salió de su área, porque lo logró poco y mal. Los de De la Fuente se estrellaron una y otra vez ante el muro australiano hasta que la exquisita zurda de Asensio y la cabeza de Oyarzabal evitaron una situación dramática.

Antes de llegar hasta ese desenlace, como era de prever, De la Fuente sacó la agitadora. Se esperaba que cayera algún peso pesado, aunque era complicado imaginarlo de forma tan radical: mandó a Merino a la grada y a Asensio, al banquillo. Dos de los tres con los que ocupó las plazas de mayores de 24 años se quedaron fuera el día decisivo. Al seleccionador nunca le ha temblado el pulso a la hora de hacer sus alineaciones. La confianza en ambos es plena, nada de enfado ni castigo. Busca siempre con estas decisiones el míster motivar a la tropa. Lo logró una vez más: Asensio pasó de señalado al principio del partido a héroe al final.

España tardó en entrar en el partido. Los primeros diez minutos repitió la falta de ideas del estreno, aunque esta vez tardó poco en sacudirse los nervios. Resultó clave la aparición de dos hombres que deben dar un paso al frente mientras se recupera Ceballos: Pedri y Dani Olmo. El del Barça comenzó a encontrar su sitio entre líneas (filtró un pase fantástico a Soler que casi le deja solo ante el portero) y Olmo descolocó a la defensa rival con su movilidad.

Pronto llegó la ocasión más clara del primer acto: un buen pase de Puado terminó con un zurdazo de Oyarzabal al larguero. Esa oportunidad soltó a España, que acumuló llegadas peligrosas sin puntería. Las dos décadas sin marcar en unos Juegos comenzaban a pesar demasiado y la Selección se marchó a la caseta en el intermedio frustrada por no ser capaz de abrir la lata ante un rival tan inferior.

En la segunda parte, Dani Olmo se puso en modo estelar, recordando a su exhibición contra Italia. Siguió entonado Pedri, Oyarzabal comenzó a participar cada vez más y la entrada de Bryan le vino bien a España. Con la incorporación de Asensio, el juego mejoró aún más pero se mantuvo la desesperación: el único ingrediente que faltaba para completar la receta era el más importante, el gol.

En el 80’, Asensio destapó toda la clase que tiene en esa zurda que quiere que vuelva a ser de oro en Tokio. Puso un centro magnífico que Oyarzabal sólo tuvo que acariciar para que terminara dentro de la portería. Un gol que debe marcar un antes y un después de La Roja en este torneo. Estos tres puntos son oxígeno: con un empate contra Argentina el miércoles España estará matemáticamente en cuartos de final.