El Barça se teme un regate de Dembélé

El Barcelona y los representantes de Ousmane Dembélé tienen previsto reunirse hoy martes para tratar de dibujar el futuro del jugador francés en el club blaugrana, que no admite demasiadas opciones. El Barça se teme un regate del delantero francés, que hasta ahora se ha mostrado reacio a aceptar cualquier propuesta de renovación. En la secretaría técnica del Barcelona no están dispuestos a que el jugador se marche cuando acabe su contrato el próximo 30 de junio con la carta de libertad.

La mejora de la situación económica del Barcelona, ya de por si muy precaria, pasa por aumentar los ingresos como sea. Las ventas de jugadores son una vía que la secretaría técnica contempla y Dembélé es uno de los jugadores con más mercado. Ya el curso pasado el Manchester United se interesó por el jugador, pero no se llegó a un acuerdo. Lo que sospechan en el Barça es que en esa tentativa, Dembélé y el club inglés hubieran quedado emplazados a volver a hablar cuando el francés tuviera la carta de libertad.

Hasta el momento, los representantes han dado largas al club en cada ocasión en la que les han propuesto sentarse para hablar de la renovación. La desconfianza es mutua en este sentido, porque si en el club temen que el jugador lo que quiere es irse gratis, desde el lado del futbolista lo que se temen es que la renovación sea un paso previo a la venta del jugador, que hasta ahora se ha negado también a entrar en cualquier operación de canje.

En este sentido, la emisora RAC1 informó que en el curso del torneo de golf solidario disputado en Mallorca la semana pasada con Pep Guardiola como anfitrión, el técnico del City se sentó con Laporta para hablar de los jugadores con los que no cuenta en su nuevo proyecto y que podrían ser susceptibles de entrar en un intercambio. Según las mismas fuentes, Guardiola se interesó por la situación de Dembélé y de Sergi Roberto y señaló a jugadores como Laporte, Sterling, Cancelo o Bernardo Silva como posibles piezas para realizar la operación sin necesidad de desembolsar ninguna cantidad.

En esta situación de sospecha mutua entre los representantes y el club, el jugador tiene mucho que decir. Hasta hace un año, el futbolista priorizaba su salida apesadumbrado por las lesiones que le torturaban, pero este último curso se ha sentido mejor físicamente, su rendimiento ha mejorado y su adaptación al equipo y a la ciudad.