Los dientes de sierra del Zaragoza
El equipo aragonés ha luchado por la salvación en cuatro ocasiones durante estos ocho años en Segunda. En las tres anteriores se metió en el playoff al curso siguiente.
El Real Zaragoza ha visto cómo esta temporada la posibilidad de descender a Segunda B o Primera Federación, como se va a llamar a partir de la próxima campaña, ha sido más real que nunca, aunque no es la primera vez que tiene que luchar por la permanencia en estos ocho años en Segunda División. Ya son un total de cuatro y en las tres anteriores logró meterse en el playoff de ascenso al curso siguiente.
Son los dientes de sierra del Real Zaragoza, que se ha acostumbrado a alternar una mala temporada con otra buena. De hecho, sólo ha encadenado dos campañas, la 2014-15 y la 2015-16, luchando por el mismo objetivo: en la primera finalizó sexto, disputó la promoción y se quedó a seis minutos del ascenso en Las Palmas, mientras que en la segunda se quedó fuera del playoff en la última jornada tras caer derrotado por 6-2 frente a un Llagostera ya descendido.
Esos dos cursos estuvieron precedidos por una temporada, la 2013-14, en la que el Real Zaragoza tuvo que destituir a Paco Herrera en la 30ª jornada cuando se encontraba a dos puntos del descenso. Víctor Muñoz logró la permanencia y tras las dos temporadas anteriormente mencionadas los aragoneses tuvieron que volver a luchar por salvar la categoría en la 2016-17. Luis Milla fue destituido en la 11ª jornada, Raúl Agné en la 30ª, con el equipo a tres puntos del descenso, y César Láinez logró el objetivo con un empate en Montilivi en la penúltima jornada.
Una campaña después, la 2017-18, el Zaragoza finalizó la Liga en tercera posición y fue eliminado por el Numancia en el playoff con Natxo González en el banquillo, que junto a Víctor Fernández, que también fue tercero en la 2019-20, son los dos únicos entrenadores que han logrado completar una temporada en estos ocho años en Segunda. Entre medias, el curso 2018-19, en el que Idiákez fue destituido en la décima jornada y Lucas Alcaraz en la 18ª cuando el equipo se encontraba en puestos de descenso, a uno de la salvación, objetivo que consiguió Víctor Fernández.
Y tras caer de nuevo en el playoff, en este caso contra el Elche, los aragoneses han tenido que luchar otra vez esta temporada por mantener la categoría. Baraja aguantó en el cargo diez partidos e Iván Martínez otros ocho, con sólo tres puntos de 24 posibles, una dinámica que llevó al Zaragoza a estar a cuatro puntos de la permanencia. Entonces llegó Juan Ignacio Martínez y obró el milagro, logrando la salvación a dos jornadas de la conclusión. Ahora, de cara al curso que viene, el objetivo del técnico alicantino es luchar de nuevo por devolver al club aragonés a la Primera División.