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Leganés LEG
1
Robert Ibáñez 10'
Rayo RAY
2
Sergio 66' (pp),Andrés Martín 79'
Finalizado

LEGANÉS 1 - RAYO VALLECANO 2

La fatiga ahogó la gesta pepinera

El Leganés inició huracanado para marcar pronto por obra de Ibáñez, pero el cansancio lastró su fe. El Rayo supo calmar sus nervios para remontar y jugar la final.

Actualizado a

El Leganés amagó con una histórica remontada, pero allá donde su corazón palpitó esperanza, sus pulmones no acompañaron con oxígeno. Su huracanado inicio, gol de Ibáñez incluido (12’), fue prólogo de la impotencia, ésa que creció conforme pasaron unos minutos que mermaron las energías locales al tiempo que aumentaba la confianza visitante, infranqueable cuando Sergio hizo en propia puerta el tanto del empate (66’) y Andrés, el 1-2 (80'). El Rayo se clasificó para la final del playoff que disputará ante el Girona merced a la goleada de la ida, pero también a la gestión inteligente de un partido en el que sólo en su comienzo sintió algo parecido a la zozobra.

El aullido de la grada desgarró la tarde pepinera apenas inició el calentamiento. Eran pocos, pero ruidosos. Vacío en las butacas, pero lleno en el alma. Unos 1.500 gritando como 12.545. Para bastantes jugadores locales, su primera vez. Sólo cuatro habían jugado sobre esa pradera con público a favor. Desvirgados en la pasión de Butarque, los ánimos burbujeaban mientras el Thunderstruck de AC/DC sonaba preludiando la alineación. Aquello era himno celestial de acordes infernales. Notar su calor era estar en el Olimpo. Butarque volvía a ser Butarque 466 días después.

Ceremonia de la excitación que derivó en un inicio loco. De presión blanquiazul desatada con fútbol alegre. Querían los de Garitano marcar pronto. Para lograrlo, un once ofensivo y Silva y Palencia convertidos en autopistas celestiales. Las bandas eran el camino. Y por ahí percutió un Leganés que convirtió sus ocasiones en un goteo constante buscando ser tsunami que arrasara a un rival tembloroso. El Rayo inició con miedo. Por los costados se le colaba el pánico. Pardo tuvo la primera de falta que inventó Miguel. Luego el propio Miguel rozó el gol. Catena evitó la de Palencia. Empuje infructuoso hasta que en el 12’ hilvanaron los locales una jugada de espacios y violines.

Javi Hernández la cedió al hueco para Silva y su centro raso lo dejó pasar Miguel para que Ibáñez la reventara a las mallas. No se había cumplido el cuarto de hora y el Lega ya ganaba. Y para colmo, los centrales del Rayo con amarilla. Guion perfecto al que le siguió un arreón de fe insuficiente. Porque rondando los 20 minutos, al Leganés se le acabó la gasolina de la esperanza y al Rayo, el tembleque. Incluso Trejo y Saveljich asustaron a Riesgo e inauguraron los minutos del traqueteo.

Sólo el tramo que precedió al descanso tuvo chicha sin fútbol. Las pérdidas de tiempo visitantes excitaron Butarque en lo que parecía ser gasolina para la reanudación. Error. Vacíos los pulmones del Lega, nada amenazó a un Rayo que como oscuro petróleo, fue extendiéndose y tiznando el ánimo pepinero hasta que Sergio, sin querer, hizo en propia puerta el empate. Andrés sentenció en una contra que lideró Isi.