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REAL MADRID

Raúl y su guerra contra los lujos en el vestuario del Castilla

El 'siete' maneja un grupo muy joven y les marca pautas: veto a las mochilas y neceseres de marca y los auriculares aparatosos. La disciplina es férrea y pide respeto máximo al rival.

Actualizado a
Raúl anima a sus chicos en el 2-1 del Castilla al Badajoz.
JAVIER GANDUL

En una semana en la que se cuestiona desde muchos puntos de la sociedad el comportamiento de los jóvenes una vez terminado el toque de queda en muchas Comunidades, el Castilla de Raúl se metió en el playoff de ascenso a Segunda con el siete comandando un grupo de chavales con una edad media de 19 años donde la disciplina y el respeto son la primera norma. Los que le conocen desde la temporada pasada y los que se han sumado ahora lo saben: a Raúl no le gustan los canteranos agrandados. Por eso ha vetado cualquier signo de ostentación, desde los neceseres carísimos a los cascos enormes de 300 euros, que imperan en los vestuarios por influencia de la NBA. También demanda respeto máximo al rival. Aún tiemblan las paredes del vestuario castillista en su visita a Navalcarnero porque a dos jugadores se les ocurrió encararse con la grada. Raúl es pura vieja escuela.

"En Valdebebas se ha visto estos últimos años algún Juvenil de 18 años con coches de altísima gama, algo increíble", explica un exmiembro del staff deportivo de la cantera blanca. Raúl quiere controlar eso en su parcela, que es la de entrenador. Una vez los chicos acceden a la ciudad deportiva del club, son suyos, en el mejor sentido del término. En su primer año, el pasado, instauró líneas rojas en el Castilla. No le gustan las mochilas y neceseres de lujo ni acceder al estadio rival con enormes cascos. Los famosos AirPods se salvan, pero por los pelos. Comportamientos para no alardear ante rivales, muchos de los que forman la Segunda B, que no son profesionales. "Los rivales se pican se picaban si veían esos aires y les atacaban durante el partido, la palabra 'niñato' estaba en el aire", cuenta esa misma fuente. Raúl le ha dado un cierto giro a esa cultura, ha hecho del Castilla un equipo muy respetuoso, también con los árbitros. Los jugadores lo entienden y Raúl perdona. Esos dos futbolistas a los que abroncó en Navalcarnero pidieron perdón inmediatamente y el técnico dio la lección por aprendida.

Puro 'estilo Del Bosque'

A cambio, ofrece cercanía constante. Tiene abierta su puerta siempre junto con su segundo, Alberto Garrido, y tiene especial cuidado en ofrecer liderazgo. Raúl viene formándose académicamente en ese terreno desde que decidió emprender su carrera como entrenador y el club lo aplaude porque le consideran el delfín. Lo hace mostrándose. A más de un canterano, incluso de los que no están a su cargo, lo ha sorprendido enseñándole videos de ese chico en concreto que guarda en su móvil. Raúl llegó hace tres años a la pretemporada del Cadete B con un dossier sobre cada uno de sus pupilos y pone énfasis en saber cómo son como personas. También en que entiendan cómo son los valores tradicionales del Madrid. Muchos de los que le ven trabajar, veteranos en la casa, ven puntos de similitud constantes con el modo de llevar la cantera que tenía Vicente del Bosque. Para Raúl, el señorío madridista no es un eslógan del pasado. Y con ese método quiere llevar al Castilla a Segunda quién sabe si como paso previo a saltar de inmediato al banquillo del Real Madrid.