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SEGUNDA B

El hundimiento del Recreativo de Huelva

Hace 13 temporadas el Decano estaba en Primera. Ahora ha descendido a la quinta categoría del fútbol español. Analizamos las claves.

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El hundimiento del Recreativo de Huelva
Recreativo de Huelva

El Real Club Recreativo de Huelva fue fundado en 1889, tiene 132 años, y es considerado como el Decano del fútbol español. Hace más de una década vivió sus años más importantes, encadenando tres temporadas seguidas en Primera División. Hace 13 temporadas se consumó el descenso a Segunda División. Actualmente, el Recreativo de Huelva agoniza, se hunde, y está escribiendo las peores páginas de su libro de historia.

El equipo albiazul, tras la nueva reestructuración de Segunda B, quedó encuadrado en el subgrupo A del grupo IV, y por culpa de una terrible primera fase y un segundo tramo de campaña casi peor, ha caído a la Tercera RFEF, la que sería la quinta categoría, por debajo de Primera, Segunda, Primera RFEF y Segunda RFEF.

Tenía en su mano estar al menos en la Segunda RFEF la temporada que viene, pero su fondo ha sido más grave todavía, llegando a lo que equivaldría casi a una Regional Preferente. ¿Cómo ha podido caer tan bajo? ¿Qué ha pasado para un desmoronamiento así?

Breve estancia en Primera para la historia

Se podría comenzar por la cúspide, desde donde se ha ido cayendo. En la temporada 2005/2006 el Recreativo de Huelva regresa a la máxima categoría y logra el ascenso a Primera. Y en su primera campaña, con Marcelino García Toral en el banquillo, y con jugadores como López Vallejo, Jesús Vázquez, Viqueira, Santi Cazorla, Sinama-Pongolle, Javi Guerrero o Uche realizan una campaña espectacular.

Para el recuerdo quedará aquel 19 de diciembre de 2006, cuando un autobús de aficionados se desplazaba a Madrid para ver al ‘Recre’ en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid y fallecieron cinco personas en un accidente. Como homenaje, el equipo logró un histórico 0-3. Esa campaña quedó octavo y rozó meterse en UEFA.

Estrellas como Cazorla o Uche abandonaron el club y tras tocar la cima, vino el descenso de la cumbre, de la que aún sigue bajando. En la 2007/2008 se salvó por los pelos y en la 2008/2009 se confirmó el descenso a Segunda como colistas.

Travesía irregular de seis años por Segunda y adiós a la élite

Ya en Segunda, casi su hábitat natural, nunca llegó a recuperar la grandeza exhibida en Primera. Encadenó varias campañas entre la mitad de tabla y la parte baja, hasta el año 2014, cuando llegó un momento de inflexión en la historia reciente del Recreativo.

En la temporada 2013/2014 hizo una campaña sensacional y se quedó a un punto de entrar en el playoff de ascenso a Primera. Empatado a puntos con el Córdoba, que fue el que entró y ascendió al final, tras empatar con estos en la penúltima jornada y tras empatar en la última jornada en Sabadell. De ganar ese último encuentro, se habría metido.

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EFE

El conjunto albiazul no se recuperó del palo de no luchar por el ascenso y en la temporada siguiente descendió de nuevo a la temida Segunda B, de donde no ha vuelto a salir.

Déjà vu en Segunda B: roza el ascenso y pérdida de calidad total

Las primeras tres temporadas son un desastre y roza continuamente el descenso a Tercera. Sin embargo, en la 2018/2019, con Salmerón en el banquillo, realiza una campaña excelente y queda primero de grupo teniendo la racha más importante en toda la historia del equipo: 22 partidos consecutivos sin perder, lo que le hizo ser el mejor equipo de España de Primera, Segunda y Segunda B de la temporada.

Marc Martínez, Iván González, Israel Puerto, Tropi, Iago Díaz, Caye Quintana, Borja Díaz, Caballé, Valentín, etc. Óscar Carazo monta un gran equipo desde la dirección deportiva. Pero caen con el Fuenlabrada en la primera eliminatoria de ascenso entre primeros, y en la segunda fase con el resto de equipos el Mirandés elimina al Decano en el último minuto de la vuelta.

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Recreativo de Huelva

La campaña pasada el equipo se desintegra por completo y pierde a todas las estrellas, con la marcha de Salmerón al Burgos y de Carazo al Rayo Majadahonda, llevándose este último a hombres clave. Monteagudo no funciona en el banquillo, llega Claudio Barrragán, se acaba la competición por la pandemia con el equipo rozando el descenso, y en esta tanto Barragán como Antonio Calle no han conseguido levantar al equipo. Difícil tarea le espera al recién llegado Carlos Pouso.

En los dos últimos años la bajada de nivel en la plantilla y su confección, unida al mal rendimiento de los entrenadores, ha sido casi lo más determinante para ver al Recreativo de Huelva en su actual ahogamiento. Jugadores de renombre en la categoría como Nauzet Pérez, Nano, Morcillo, Quiles, Chuli, Rubén Cruz, Alberto Martín, Jesús Valentín, José Carlos o Szymanowski no han sabido liderar en estas dos temporadas a una plantilla en la que los jóvenes tampoco rindieron bien. Psicológicamente el grupo está hundido, muy tocado, en caída libre, incapaz de remontar y salvar los muebles.

Endeudado, sostenido por el Ayuntamiento y la afición harta

En lo institucional, la situación del Recreativo de Huelva también es muy singular, por no decir complicada. Con una deuda que supera los 20 millones de euros, solo se sostiene porque su máximo accionista es el propio Ayuntamiento de Huelva, que es quien permite su supervivencia financiera, pero que limita también la posibilidad de una mayor inversión en la confección de la plantilla.

Ya ha manifestado que seguirá apoyando al club, pero deportivamente la afición ha cargado duramente contra el Consejo de Administración y su ya expresidente, el exjugador y exentrenador albiazul Manolo Zambrano, que acabó por dimitir, por la mala gestión de las dos últimas temporadas. El club no es sostenible, pierde dinero todos los años en Segunda B pese a que poco a poco el déficit es menor, y no hay un presidente o sociedad como tal detrás para aportar su capital.

En varias ocasiones el club se ha salvado de la desaparición, ha tenido impagos, y ha abonado deudas in extremis. Pero ahora, la situación vuelve a ser límite y el recreativismo pasa por días muy difíciles. Un club con una masa social tan grande tiene a su afición harta, desesperada, crispada y enfadada con todos los integrantes actuales de la entidad.