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Leganés LEG
2
Arnáiz 6',Robert Ibáñez 28'
Sabadell SAB
1
Óscar Rubio 58'
Finalizado

LEGANÉS 2 - SABADELL 1

Riesgo sostiene a un Lega bipolar

El Sabadell rozó el empate tras malgastar una primera mitad en la que dominó el Leganés. Los tantos de Arnáiz y Róber vaticinaron una goleada que nunca fue. Soberbio partido de Riesgo.

Actualizado a

El Leganés tumbó al Sabadell y disipó una racha de tres partidos consecutivos sin vencer con un triunfo que no sirvió para reactivar el optimismo blanquiazul. Las dudas sembradas en la segunda mitad ennegrecieron más todavía la neblina de pesimismo que en las últimas jornadas cubre Butarque. Y eso que la primera parte lucieron los de Garitano una versión brillante que mereció acabar con goleada, pero que sólo se cerró con 2-0. Los goles de Arnáiz e Ibáñez, amén de la incomparecencia visitante, invitaron a la esperanza fugaz. El Sabadell espabiló tras el descanso y rozó el empate. Rubio acortó distancias y Guruzeta hasta en dos ocasiones acarició una igualada que el palo y Riesgo hicieron inviable. El Leganés protestó un gol anulado en fuera de juego a Borja Bastón que las líneas del VAR no aclararon. La imagen ni se mostró.

Arrancó motores el duelo sumido en una confusión cromática. El homenaje del Leganés a los sanitarios con su segunda indumentaria de color celeste acabó tornándose en pesadilla por la coincidencia con la camiseta del Sabadell. Para el ojo, un sobreesfuerzo por distinguir quienes eran unos. Quienes los otros. Quizá fue eso lo que mutó a los catalanes en un conjunto inerte, incapaz de ser agresivo frente a aquel rival tan parecido a ellos en la indumentaria. Su indolencia frente a un Riesgo que se estrenaba en Butarque fue campo abonado para la nueva versión creyente de este Leganés que, en Domingo de Resurrección, desenterró su talante más agresivo (de nuevo 4-2-3-1) y apartó los fantasmas del pasado.

Lo hizo pronto y con tintes barrocos. Una larga jugada acabó en taconazo de Borja Bastón que, dentro del área, cedió para que Arnáiz desenfundara el trabuco que porta en la izquierda (minuto 7). Golazo entre violento y plástico que rompía una amplia racha sin ver puerta. No lo hacía desde 2 de diciembre. Demasiado para un jugador llamado a ser superclase en Segunda.

El caso es que el tanto, lejos de acelerar el pulso visitante, acrecentó su modorra, ésa que se parapetaba tras un intento de defender por acumulación, pero regalando pasillos laterales y balones sencillos. Uno de ellos lo aprovechó Eraso para robar y liderar la contra del 2-0 (minuto 28). Ibáñez de otro trabucazo apuntaló un gol de tranquilidad relativa que aún pudo ser más grande de no ser por que a Borja Bastón le anularon el 3-0 tras un fuera de juego que la tele no aclaró. Las líneas del VAR brillaron por su ausencia. Sucedió apenas tres minutos después de la lesión de Bustinza (38’) y el doble cambio del Sabadell (el mismo minuto) con el que Hidalgo pretendía espabilar a su tropa.

Final agitado de la primera parte que prometía transformar la segunda en un juego de inquietudes mayores. Dicho y hecho. Espabilaron los visitantes y en sus dos primeros zarpazos recortaron distancias. Primero, con un latigazo al palo de Guruzeta (58’) y después con el gol de Rubio (59’). Su remate lejano tocó en Rubén Pérez y despistó a un Riesgo que tuvo que multiplicarse para frenar la efervescencia de este Sabadell desatado que tuvo el empate de nuevo en los pies de Guruzeta, hábil explotador del boquete que dejaba Rosales, el sustituto de Bustinza, en el lateral diestro.

Sólo la destreza del arquero en el mano a mano evitó un desastre que se repitió para el Lega en forma de lesión. Ibáñez cayó en el 72’ (problema muscular) e invitó a que Garitano retomara la defensa de tres centrales con la entrada de Tarín. Así, blindado en su área remató el Leganés un partido en el gozó de alguna ocasión aislada mientras el Sabadell murió ahogado empotrado frente a Riesgo en un aullido de desesperación y sin el empate que mereció.