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REAL VALLADOLID

Roberto: "El balón quedaba fuera de mi zona de interacción"

El cancerbero volvió a ser titular ante el Celta y analizó la última jugada que costó el empate. Confirmó que las relaciones con Sergio se han normalizado

ValladolidActualizado a
28/02/21 PARTIDO PRIMERA DIVISION
 CELTA DE VIGO - VALLADOLID
 GOL MURILLO 1-1 ALEGRIA
LALO R. VILLARDIARIO AS

Roberto Jiménez ha sido protagonista involuntario en las últimas horas, primero por recuperar la titularidad meses después y segundo por el gol que recibió el Real Valladolid en el descuento en Vigo. El cancerbero explicó la jugada desde su punto de vista: “No defendimos bien esa jugada en la que Iago lanza muy bien la falta. Todas las vueltas que le podamos dar a esa jugada vienen condicionadas por que terminó en gol y por el momento en el que ocurrió. La figura del portero aparece porque la jugada acaba en gol, lógicamente es mi opinión aunque puedo estar equivocado”.

Siguiendo con la explicación de una circunstancia que marcó el partido: “Es una jugada complicada que quizás defendimos más atrás de lo que deberíamos por protegernos. Mi mentalidad, lo que me dije a mi mismo es Rober, vaya donde vaya el balón tú tiene que ir a por él, porque es el último minuto y el partido se tiene que acabar como está, pero los porteros tomemos decisiones basadas en la coherencia y no en impulsos que te hacen cometer errores. Analice la jugada y vi que no llegaba, que era un balón que iba fuera de mi zona de interacción y que era mejor ir a la línea a defender un posible remate y así ocurrió. El análisis de esa jugada es tan extenso porque acaba en gol, todo ello sin eludir mi responsabilidad”.

Tras sustituir a Masip cuando el catalán estuvo con coronavirus en la primera fase, Roberto quedó relegado de nuevo al banquillo y sólo jugó la Copa, por eso volver a la titularidad en Liga le motivó mucho: “Creo que el vestuario ha asumido la situación y se ha establecido un pacto, da igual quién juegue, que vamos a apoyarnos, que vamos a respetar las decisiones del entrenador, que el objetivo común es claro, que el beneficio es común si se logra ese objetivo y por tanto todos tenemos que estar preparados en cualquier momento para participar dando la mejor versión de cada uno, tanto dentro como fuera. Siguiendo esa premisa, me sentía preparado para poder competir. El míster cuando hace un cambio en una posición en la que los jugadores llevan muchos partidos seguidos, lo comunica un día antes y ahí es cuando me enteré. Lógicamente estoy muy motivado y con ganas e poder aportar; llevaba muchos partidos sin jugar y tenía ganas de devolver la confianza depositada en mí en ese partido y así lo afronté”.

Las jugadas a balón parado están siendo un calvario para el Real Valladolid, aunque Roberto intenta quitar hierro al asunto: “38 jornadas dan para vivir todo tipo de situaciones. Es cierto que en los dos últimos partidos hemos recibido dos goles así que nos han hecho mucho daño y por eso estamos incidiendo en ello, pero creo que el equipo trabaja bien, es riguroso y se preocupa, además el míster analiza esas jugadas y busca las posibles correcciones de cara a evitarlas en la siguiente semana. Es algo que trabajamos y los jugadores estamos comprometidos con la situación y con la propuesta que hace el entrenador en ese tipo de jugadas. Creo que no debemos machacar más ese hierro frío e intentar acumular partidos en los que esas situaciones no ocurran. El celta nos metió esa, pero hubo otras dos que solventamos bien, hay que analizarlo todo, no podemos ser tan ventajista de quedarnos sólo con esto… aunque es evidente que son dos jugadas que nos ha hecho daño”.

El partido del sábado ante el conjunto de Bordalás vuelve a ser una final y Roberto habló así del choque: “El Getafe vive de su espíritu, de solidez, constancia y garra y es la base fundamental de cómo se desarrollará el partido y nosotros tenemos que oponer todo nuestro fútbol para inclinar la balanza a nuestro favor”.

En muchos momentos de la campaña y motivado por la suplencia, se ha barajado la posible mala relación o falta de ella entre el portero y el entrenador, Roberto respondió así a esta cuestión espinosa: “Es evidente que tras la decisión del míster de cambiarme, yo tuve unas

semanas en las que no era la persona más feliz, no me sentía identificado conmigo mismo, con lo que me gusta aportar en un vestuario. Los jugadores somos egoístas y nos duelen las decisiones que se toman en contra de nuestro beneficio y creo que el míster respetó ese sentimiento que yo tenía, sobre todo porque eso no iba a impedir que yo viniera a entrenar todos los días, me llevara bien con los compañeros, hiciera mi trabajo. Como se suele decir, el tiempo todo lo cura, somos adultos y profesionales y poco a poco con esfuerzos de los dos, volvimos a tener la relación cordial y amistosa que a todos nos gusta tener con los entrenadores porque facilita mucho el trabajo de todos. Creo que ninguno de los dos le dimos importancia y ahora he vuelto a jugar, el míster ha sido fiel al criterio que usó cuando me cambió a mí y en este sentido juegue más o menos, o juegue Jordi con el que tengo una relación increíble de la que presumo, lo importante es lograr el objetivo y que el equipo se salve, así que vamos a cuidar entre todos esa buena relación porque va a ser necesaria”.