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ESPANYOL

Las alas del Espanyol

Pedrosa dio la octava asistencia de gol de la temporada de un lateral, mientras que Óscar Gil protagonizó la acción polémica. Una posición clave en ataque.

Actualizado a
Adrià Pedrosa.
PACO PAREDES

A estas alturas de la temporada, el Espanyol es transparente, es lo que se ve, sin tiempo para grandilocuentes cambios de timón ni para metamorfosis repentinas. En su esqueleto, las alas tienen un papel indispensable. Se demostró en El Molinón-Quini, una vez más, pues los laterales protagonizaron las mejores acciones del encuentro, prueba de su importancia en el sistema de Vicente Moreno desde el arranque, ya sea con Dídac Vilà o Miguel Llambrich o ahora con Adrià Pedrosa y Óscar Gil.

El lateral izquierdo, aprovechando su velocidad, profundizó por el costado derecho de la defensa rojiblanca y su pase fue la antesala del gol de Adrián Embarba. Es la octava asistencia de la temporada para los laterales. Pedrosa es el líder, con tres; seguido con dos por Gil y Dídac, mientras que Miguelón aportó una precisamente en la primera jornada del campeonato ante el Albacete (3-0). De sus botas han nacido el 21% de los goles del equipo.

El protagonismo de los laterales en Gijón no se quedó ahí. Sus internadas por los costados fueron una constante. En ataque, Gil salió en la fotografía de la jugada polémica, un posible penalti (claro en la apreciación de las imágenes televisivas) que no fue revisado por el VAR o al menos no se consideró alertar al colegiado. Sin protestas la jugada, el alicantino siguió el partido con su insistencia e incluso remató al larguero un rechace.

De las 33 intervenciones en el juego de Pedrosa, 20 de ellas se produjeron en campo contrario, mientras que Gil incluso tuvo más incidencia en el ataque. El jugador fichado este verano participó en 36 acciones, con 25 en campo rival y hasta cinco centros. Su proyección también provoca descompensaciones defensivas cuando el Espanyol pierde el balón. De hecho, la jugada del 1-1 llega después de una pérdida de balón de Keidi Bare en la zona derecha, de Gil, quien ya estaba incorporado al ataque; y Pedrosa no frena una acción que acabó en el 2-1 anulado correctamente por el VAR.

Esta decisión de Moreno responde a la idea de dar libertad a los extremos, jugadores que pueden actuar como rematadores, como ocurrió en el 0-1 de Gijón. Embarba quedó liberado de su posición y pudo pisar área para buscar el pase de Pedrosa. Javi Puado también tiene esa libertad para hacer diagonales y buscar espacios por dentro. Ante el Oviedo, el técnico valenciano repetirá la misma fórmula, aunque en esta ocasión sin Pedrosa, que vio la quinta amarilla.