Díaz: "Me quedo con la sencillez de Del Bosque, es un ejemplo en todo"

Manolo Díaz (Madrid, 1968) sólo ha dirigido dos partidos en el Hércules, pero ha logrado que su equipo transmita. El madrileño es pura tranquilidad y sensatez, los mismos valores que transmitía Vicente del Bosque, su espejo de siempre. Díaz busca el ascenso en un reto mayúsculo. Del Pozo le reclutó y sólo firmó hasta final del temporada. "Confío en mi plantilla y en mis posibilidades", repite mil veces un técnico que ya se ha ganado al vestuario.

¿Cómo lleva las primeras semanas en el Hércules?

Todo es mejorable, pero en las circunstancias en las que me incorporé es para estar satisfechos. En Orihuela encajamos un gol muy pronto, jugamos con uno menos y empatamos. Estuvimos bien en actitud. Ante el Ibiza, creo que le hicimos más ocasiones que nadie a uno de los mejores equipos de Segunda B a nivel nacional, en cuanto a números.

Se marchó contento tras derrotar al líder...

Hicimos lo que trabajamos durante la semana y el resultado acompañó. Hay veces que haces lo trabajado y pierdes.

Pero sigue con los pies en el suelo...

Es que no hemos hecho nada. Quedan tres jornadas y no tenemos nada asegurado. La ventaja es mínima y no nos vale para nada. Quedan tres jornadas muy importantes y nos lo vamos a jugar todo hasta el final. No doy nada por hecho. Hemos ganado un partido, después de cinco sin hacerlo, y sólo hemos roto una mala dinámica. Queda mucho por hacer.

¿Le puede valer el empate ante el Villarreal B?

No podemos esperar a dejarlo todo para la última jornada cuando se puede hacer antes. Tenemos que ir a ganar y no pensar que un punto puede estar bien. Saldremos a intentarlo desde el principio y luego ya veremos cómo sale el partido. Luego, hay cosas que no puedes manejar, como una expulsión, un penalti... Pero la idea es salir a ganar.

¿Está mejor o peor el Hércules de lo que imaginaba?

Me he encontrado a un Hércules como pensaba por la plantilla que tenía. Cada entrenador maneja la plantilla en función de lo que considera que es mejor y ahora estoy en el tiempo de darle forma para que pueda rendir mejor, desde mi punto de vista. Me he encontrado jugadores que conocía y otros que me han demostrado una buena versión.

¿Ha llegado ya su discurso al vestuario?

Eso espero. Yo veo y percibo que entrenan muy bien. Hacen lo que les exigimos y pedimos y eso es muy importante. No es bueno tanto cambio de entrenador para los jugadores. Para mí esta situación es nueva porque es la primera vez que llego a un sitio con la temporada empezada y la primera vez que me subo a un tren en marcha. No es fácil y más en esta situación, con una presión añadida. Nos tenemos que adaptar rápido, de forma coherente y sencilla porque no hay tiempo.

Ha insistido mucho en lo anímico...

El aspecto mental juega mucho hoy en día. Cuando entras en una dinámica ganadora ganas haciendo muy poco. Pero cuando estás mal, pierdes hasta haciendo muchas cosas bien. No es normal que el Hércules, con la plantilla que tiene, se pase cinco jornadas sin ganar porque en una competición tan corta o tienes mucha ventaja o pasas apuros. Eso nos pasa a nosotros, que estamos muy apretados y no podemos despistarnos.

¿Le dijo alguien que se metía en un marrón viniendo al Hércules?

La verdad es que pude entrenar mucho antes y también en equipos con un pasado histórico importante. Pero no veía una plantilla con ciertas garantías. Aquí, a pesar de la exigencia, del club y del paso enorme de entrenadores que han estado, confío en mis posibilidades y en esta plantilla. Llevo muchos años en el fútbol y hay que correr riesgos.

Sólo firmó hasta final de temporada...

En esta profesión es difícil estar mucho tiempo en un sitio y más aquí, donde han pasado muchos entrenadores. Firmé hasta final de temporada porque no quiero hipotecarme con nadie ni que el club se hipoteque. Para mí, habría sido muy fácil exigir más tiempo, pero no me interesa. Cuando acabe la temporada nos sentaremos y espero haberlo hecho lo mejor para el Hércules.

Decía Benito dijo que es un entrenador que va de cara...

Es mi forma de ser. Pienso lo que digo y digo lo que pienso. No suelto las cosas por soltarlas. Pienso que hay que decir las cosas como son, la verdad y sin tapujos. Considero que es la mejor forma para que la relación con el jugador sea correcta. Además eso también servirá para que cuando el futbolista me tenga que decir alguna cosa tenga confianza para hacerlo. Yo estoy dispuesto a escucharle.

¿Le ha sorprendido Appin?

Tiene unas condiciones muy buenas. Es un buen jugador de Segunda B y ojalá tenga opciones de demostrar que puede jugar en otra categoría, que para mí las tiene. Abarca mucho campo, tiene recorrido y está bien dotado técnicamente. Si sigue a este nivel, tendrá ofertas de equipos de superior categoría.

Cuando se marche, ¿cómo le gustaría que le recordasen?

Me gustaría irme de una forma normal y tras cumplir los objetivos. Ascender a Segunda, en este formato, es muy complicado. Primero vamos a meternos entre los tres primeros y luego ya lo veremos. También me gustaría que los jugadores, especialmente los jóvenes, tengan la opción de haber conocido otra forma de ver el fútbol. No busco grandes personalismos.

¿Qué entrenador es su referente?

He visto muchos entrenadores de primer nivel y he tratado con ellos, pero me quedo con la normalidad de De Bosque, es todo sencillez y eso es muy importante en el día a día. Es verdad que he estado con entrenadores muy conocidos, de nivel top, y coges ideas. Pero desde pequeño crecí en la antigua Ciudad Deportiva del Madrid y todos los que hemos estado allí tenemos a Del Bosque como un ejemplo a seguir en todos los sentidos.