“Los despidos se curan viendo mucho fútbol”
“Los despidos se curan viendo mucho fútbol”

EL REPORTAJE

“Los despidos se curan viendo mucho fútbol”

De los cinco técnicos despedidos en Primera, solo Machín ha vuelto a los banquillos. Óscar García, Gaizka Garitano, Míchel y Almirón se preparan para volver a entrenar cuanto antes.

Solo cinco entrenadores han sido destituidos en Primera división en lo que va de temporada y a estas alturas no parece que el número se pueda aumentar de manera sustancial, aunque haya clubes (Getafe) y técnicos (Bordalás) que estén en una situación peligrosa. En el curso pasado fueron 11 las permutas y la anterior, 2018-19, 12. La crisis económica derivada de la pandemia del covid se ha instalado en el mundo del fútbol y afecta puntualmente a gran parte de las decisiones que tienen un trasfondo económico.

¿Qué hace un entrenador cuando es despedido? ¿A qué se dedica? ¿Cómo mata el tiempo? ¿Cómo lleva anímicamente el paro? De los cinco entrenadores despedidos, solo uno, Pablo Machín, ha encontrado trabajo y, por supuesto, fuera de España. En nuestro país la reglamentación prohíbe trabajar en dos clubes en una misma temporada, salvo contadas excepciones que no concurren en los casos indicados.

Óscar García: “Tenía fecha de caducidad”.

El primer técnico evacuado de su cargo fue Óscar García Yunyet. Un año y una semana duró en el banquillo de Balaídos. Acudió al rescate la temporada pasada para sustituir a Fran Escribá y cumplió con el objetivo de la permanencia. Los resultados no acompañaron en el comienzo de la presente temporada y la situación se le complicó al técnico al no coincidir con el director general sobre la política de refuerzos llevada a cabo en el club y por alguna de las decisiones que había adoptado en el vestuario, como retirar la capitanía a Hugo Mallo. Destituido cuando iba a entrenar, el técnico se despidió mediante una carta. “Me voy por causas ajenas a mi voluntad y convencido de que tenía mucho camino por delante por recorrer.”

Desde Barcelona, recuerda aquellos momentos. “Los primeros días después de la destitución son duros en general, pero me sentía y me siento fuerte mentalmente. No es aquello de acabar muy quemado como me pudo pasar otras veces, que cuando paré necesitaba unos meses de descanso. No fue un tema muy futbolístico como tal. Fueron otros asuntos. Yo tenía la fecha de caducidad puesta. Lo notaba. No fue traumático. No te gusta que te echen, pero no había otra. Da rabia porque creo que había encontrado la fórmula para sacar al equipo hacia arriba. Además, no estábamos en descenso. Había jugadores para salir de esa situación. No era el caso de que los tuvieras ‘de culo’ o en contra, como puede pasar en ocasiones. Por suerte el equipo estaba conmigo. Si es al contrario si te quedas más tocado”.

“Estoy siguiendo más las Ligas extranjeras, que la nuestra. Busco cosas nuevas”

Óscar García

Su presente pasa por sentarse ante el televisor. “Ahora estoy viendo mucho fútbol internacional. Más que la Liga como tal, la verdad. De hecho, solo veo partidos españoles cuando no me coinciden con los extranjeros que me interesan. Se puede decir que la sigo, pero no la veo tanto. He hecho algún partido de la Copa del Rey como comentarista para Dazn. Siempre tuve mi mente abierta a poder dirigir fuera de España, como ya hice en Grecia, Francia, Austria, Inglaterra, Israel… También estoy revisando partidos del Celta, entrenamientos. Siempre se pueden mejorar cosas. Hay que estar preparado por si surge algo. De hecho, he tenido alguna oferta de Arabia Saudí y Emiratos, pero no me convencían. Cuando estás en activo apenas se sale de la rutina de tu equipo y del rival y es cuando no tienes equipo cuando puedes ver mucho más.”

Sus miradas se centran especialmente en Inglaterra donde ya dirigió al Brighton y al Watford y en Francia donde entrenó al Saint Etienne. “También estoy siguiendo a algunos equipos italianos, como el Atalanta o el Sassuolo, que me llaman la atención por su propuesta. Es un país interesante ahora con el tema fiscal que está ayudando a que el Campeonato de un salto de calidad con los jugadores que llegan porque les sale mejor ir allí que a España. Algún alemán, como el Leipzig. En Francia están mal económicamente. Me llama la atención el Mónaco, con un equipo joven. El Lille está arriba, pero es muy defensivo. El Lens también propone…”

Gaizka Garitano: “Los primeros 20 días no vi nada”.

Con el Athletic noveno en la tabla, a seis puntos de los puestos que dan acceso a las competiciones europeas, tras una victoria ante el Elche en San Mamés y la final de la Copa del Rey de la temporada pasada en el horizonte, Gaizka Garitano fue despedido por el club bilbaíno en una nota de agradecimiento de nueve líneas. Se marchó como un caballero. Ni una palabra más alta que otra y de hecho acepta comentar cómo mata el tiempo tras su despido, pero aclara que no quiere comentar nada de su salida.

“No me aburro. Todo lo contrario. Estoy haciendo todo lo que no se puede hacer cuando entrenas. Estudio inglés, que llevo muchos años estudiándolo. El idioma es importante para nuestro trabajo. En el Deportivo, por ejemplo, tenía 15 extranjeros y lo mejor es dirigirte a ellos en inglés. Leo mucho. Me gustan los libros de filosofía, leo sobre los estoicos, novela… la verdad es que todo lo que cae en mi mano en inglés me lo leo. Además, hago mucho deporte. Juego al frontón, gimnasio, bici, paddle, corro, voy al monte… Todos los días algo diferente. Y luego estoy viendo mucho-mucho fútbol”.

“Me gusta echar un ojo a la Segunda B, ahí están el Depor y los filiales”

Gaizka Garitano

Confiesa que tras la destitución no vio ni un partido. “Los primeros 20 días no vi nada. Cuando llevas dos años seguidos en la pomada la verdad es que acabas un poco harto de todo y lo que quieres es desconectar. Las nuestras son etapas muy intensas y solo vives para el equipo. No tienes ganas ni de ver un partido y no quieres saber nada, pero luego ya te entra el mono otra vez y vuelves a ver todo lo que puedes. Al fin y al cabo, con equipo o sin equipo es lo que nos gusta, es nuestro trabajo”.

Ahora pasa de los partidos de Primera a los de Segunda, sin descuidar, todo lo contrario, la Segunda B. “Veo mucho al Deportivo, no puedo olvidar que estuve allí. También me gusta ver a los filiales. Me gusta seguir a jugadores o entrenadores con los que he coincidido. La Liga italiana, que es muy táctica, también está entre mis preferencias. Hay muchos equipos que juegan con tres centrales. Juegan mucho más al ataque que antes. Es un fútbol que está cambiando. El Atalanta es el equipo más representativo de este cambio. Mi duda es si en estas rondas finales ya de la Champions serán competitivos. Encajan muchos goles. Aunque si tengo que elegir me quedo con la Premier. Siempre me ha llamado la atención el fútbol inglés”.

Míchel: “Salgo reforzado de la experiencia de Huesca”.

Su agonía en el banquillo de Huesca fue seguida en directo jornada a jornada. En sus comparecencias ante los medios de comunicación, el técnico madrileño no encontraba palabras para explicar después de cada partido cómo su equipo había jugado como nunca y perdido como siempre. Sobre todo, en los primeros partidos. Le era imposible explicar cómo se le escapaban encuentros en los que había sido muy superior, al contrario. Ahora en su casa de Madrid, con la familia cerca, recapacita sobre el pasado y se prepara para el futuro.

“Los primeros diez o quince días me los tomé un poco libres. Llevando a los niños al colegio, a los entrenamientos. Los dos juegan en el Real Madrid. Uno está en el cadete B, Alex y el otro en el Juvenil B, Miguel. Los dos están jugando regularmente. ¿A ver si me retiran? Cada uno que haga su camino. Yo hago el mío y ellos que hagan el suyo…”

Reconoce que le ha dado muchas vueltas a la cabeza a lo sucedido en Huesca. “Es mi trabajo. Cuando te despiden, aunque creas que has hecho un buen trabajo, siempre hay que buscar las razones y saber que hay cosas que mejorar. Me he dado cuenta de que hay que ser un poco frío también. Tuvimos muchas lesiones. Al principio el equipo arrancó muy bien y no ganábamos. Nunca llegué a entender cómo no ganamos los cuatro o cinco primeros partidos. Y nos son excusas. El punto de inflexión negativo fue el partido contra el Granada. Ganábamos 1-3 en el minuto 88 y nos empataron. Fue un palo muy duro. El equipo acusó ese golpe. Te das cuenta de que éramos un club pequeño, con una estructura pequeña, con muchos jugadores nuevos y a lo mejor nos teníamos que haber protegido tácticamente un poco más atrás, con la defensa no tan arriba… Lo que hay que hacer es buscar soluciones que te hagan más fuerte. Estas experiencias negativas te valen para mejorar. A mí me han reforzado. Claro que sí.”

“La despedida fue dura. Volví a llorar, como en el Rayo. Habíamos vivido un ascenso…”

Míchel

Ya lleva un par de semanas en las que no para. “Me reúno con mi equipo de trabajo y revisamos nuestra idea. Estamos analizando bien los datos de nuestros partidos, de los entrenamientos y viendo cómo podemos mejorar nuestra propuesta. Los entrenadores tenemos que buscar soluciones a cosas que has hecho mal o no te han salido bien. Al final mandan los resultados. Cuando las cosas no salen como tú quieres te obsesionas demasiado y yo me encontré en esa situación. Buscaba respuestas a todo y no las encontraba, pero ahora sí me doy cuenta. Estaba allí solo, con mi equipo, pero sin la familia. Vivía las 24 hora para el fútbol. No tenías vías de escape. Un poco de deporte y videos y más videos para mejorar. Era muy difícil desconectar. Cuando estás solo le echas más horas que cuando estás con la familia”.

Sobre el futuro, Míchel tiene muy claro que sus conceptos futbolísticos como entrenador seguirán siendo los mismos, pero con matices. “Yo confío ciegamente en mi idea de juego. Nos estamos preparando para seguir con nuestra propuesta siendo un equipo más equilibrado y sobre todo siendo más fiable. Nuestra propuesta es buena y se puede mejorar y hacer de ella un buen proyecto. En los últimos partidos en el Huesca cambiamos cosas teniendo en cuenta quien era el rival. Contra el Barça y el Sevilla nos metimos más atrás que de costumbre. No es que yo ya renunciara a tener el balón, es que pensaba cómo se lo iba a quitar a Messi y los demás. Pasamos al 1-4-5-1. Teníamos que protegernos, pero sin renunciar a nuestras ideas. Cuando estás en posiciones de descenso al equipo le pesa. Tienes que intentar que el jugador se sienta seguro y protegido. Siempre encontramos una buena respuesta del equipo y eso para nosotros era importante. La despedida fue dura. Ya me pasó en el Rayo. Sí, volví a llorar. Soy así. Vivimos un ascenso y luego en Primera sufrimos, pero estábamos todos juntos”.

Machín: “Sentí frustración y un poco de rabia”

No estuvo ni 15 días parado. Pablo Machín decidió sobre la marcha que lo mejor que podía hacer después del ‘palo’ que supuso su destitución en el Alavés es tener la mente ocupada. “Fueron momentos de frustración y un poco de rabia, lo reconozco. No estábamos en posiciones de descenso y estoy convencido que el equipo hubiera cumplido con el objetivo de la salvación. El equipo no estaba mal. No me lo esperaba. Habíamos competido bien. Habíamos ganado al Madrid en su campo, empatamos con el Barça, el Atlético nos ganó en casa en el último minuto después de haberle empatado el partido en una buena reacción. No me lo esperaba”.

Y recibió la oferta de la Liga de Arabia Saudita y tampoco se puso a valorar más de lo necesario ni el país en cuestión, ni que el club que le proponía un contrato de tres meses con una opción de un año más, el Al-Ain, -no confundir con el club con el mismo nombre, pero de los Emiratos Árabes- iba a tener complicada la salvación. “Quería seguir trabajando, formándome. Me digo a mí mismo que es una formación remunerada. Necesitaba oxigenarme. No me quería venir solo y me he rodeado de gente que conoce bien el fútbol de Arabia. Antonio Cazorla es el segundo entrenador. Monchi, el entrenador de porteros, su último equipo fue el Leganés con Martí. El preparador físico es Cedric Thyus, que habitualmente ha trabajado con López Caro. Todos se conocen de haber trabajado en las selecciones de Arabia”

“Acepté la oferta de Arabia Saudita para seguir formándome y oxigenarme”

Machín

A sus órdenes tiene también a dos jugadores que pasaron por la Liga española, Juanpi, el venezolano del Málaga y Bradaric, croata que jugó en el Celta. La experiencia le ilusiona más allá de los resultados. “Es complicado adaptarse a sus costumbres. Todo está condicionado por la religión y los cinco rezos diarios. Los horarios de los partidos y de los entrenamientos se ponen teniendo en cuenta estas oraciones. Incluso hay que entrar al campo 20 minutos antes de cada partido para que puedan hacerlo y todos lo hacen. En cuanto al juego es más lento del que nosotros estamos acostumbrados por lo seco y la altura del césped, pero al final de cada parte suele haber fases en las que el desorden táctico propicia transiciones y momentos de locura de esos que desesperan a los entrenadores. O al menos a mí”.

Almirón, despedido por su propio representante

Después de varios intentos, Jorge Almirón consiguió por fin entrenar en la Liga española. Con una buena carta de presentación sobre todo por sus éxitos con Lanús, el técnico argentino, cuyo representante es el máximo accionista del club (93 por ciento) Cristian Bragarnnik, aterrizó en el Elche para sustituir a Pacheta, partícipe directo del éxito del ascenso.

A falta de completar la documentación que le permitiera poder entrenar en el Campeonato español, Almirón no se pudo sentar en el banquillo en el primer partido contra la Real Sociedad. Después, su situación se solucionó con un permiso especial y transitorio tramitado por la UEFA, pero que, para ser convalidado definitivamente, el técnico tendría que haber cumplido esta temporada completa.

En los entrenamientos separaba a los titulares de suplentes y tenía poca relación con los jugadores

Método de Almirón

Desde el banquillo el entrenador argentino protagonizó la mejor y la peor racha del Elche en Primera división. En el mejor arranque enlazó tres victorias, un empate y una derrota y en un final traumático encadenó ocho empates y nueve derrotas. Su destitución fue a darse contra el Celta, equipo dirigido por su compatriota Coudet, compañero de escudería, ya que también está representado por Bragarnik.

Con el hándicap de tener que improvisar el equipo sobre la marcha porque el ascenso a Primera se selló el 23 de agosto, Almirón fue fiel a sus ideas futbolísticas hasta el final, aunque los resultados no acompañasen. Su modelo de preparación llamó la atención por situaciones poco habituales, como, en los entrenamientos, separar a mitad de la semana a los titulares y los suplentes y éstos, entre los que se encontraban futbolistas como Nino, Pérez Milla, Calvo, entrenar al margen. Según cuentan los más cercanos su relación con los futbolistas era mínima.

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