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REAL MADRID

El 'caso Isco' está que arde

La plantilla sintió como una humillación que entrara Arribas y él ni calentara. No está lesionado. Si surge una oferta buena in extremis quiere irse.

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Como una humillación, así valoró parte de la plantilla del Real Madrid lo sucedido en el estadio Alfredo Di Stéano el sábado, cuando Bettoni, tras consensuarlo con Zidane por teléfono, decidió tras entrada en el campo al canterano Arribas cuando Isco ni siquiera había salido a calentar. La posición ideal de uno y otro, de Isco y Arribas, es idéntica: como mediapunta por detrás de los delanteros. El Madrid necesitaba remontar ante el Levante, pero Isco, una vez más, se convirtió en invisible para el cuerpo técnico.

El jugador asumió lo sucedido sin mucha sorpresa, ya que su ostracismo es algo que tiene comprobado desde el inicio del curso. De otra manera, no habría sido el primero de la plantilla que esta temporada puso sobre la mesa que quería irse. Así, abrió Isco un melón que luego aprovecharon Jovic y Odegaard, con el consentimiento del club. Antes del partido ante el Levante, AS reveló que Isco no habría visto con malos ojos salir del club en este mercado invernal, al que ya le restan sólo unos horas. Pero parece que tendrá que esperar al verano. Según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas al jugador, ven muy complicado que pueda salir con el tiempo que queda, pero si surge una opción quieren aprovecharla.

La salida de Odegaard parece no haber cambiado el estatus en la plantilla del de Arroyo de la Miel. La pillada por los micrófonos de Movistar Plus antes de la disputa del Clásico de 24 de octubre ("Si me tiene que cambiar, me cambia en el 50' o en el 60' de partido. A veces en el descanso. Si me tiene que meter, me mete en el 80") parece haberle pasado factura. Desde entonces, sólo ha disputado el 16% de los minutos posibles en los 21 encuentros que han transcurrido. Más aún, sólo ha sido titular en dos de esos encuentros, ante el Valencia en Liga y el Alcoyano en Copa.

Si Isco estaba en el banquillo ante el Levante es que era apto para jugar. Y su entorno lo ha confirmado a este periódico. Extraña, de cualquier modo, la decisión tomada por el Madrid de dejar que salga Odegaard si está claro que Isco no cuenta para Zidane, ya que una inoportuna lesión de Modric o Kroos dejaría al malagueño casi como la única alternativa para la construcción del juego (Valverde da más equilibrio que posesión). Pero lo sucedido en Valdebebas el sábado puede marcar lo que queda de temporada para Isco, que se había imaginado una temporada muy distinta tras la salida de Odegaard. La confianza entre jugador y cuerpo técnico está totalmente rota.