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ELCHE 0-BARCELONA 2

Riqui sella un triunfo obligado

Con más efectividad que brillo, el Barcelona sigue sumando puntos y ya encadena cinco victorias seguidas fuera de casa, algo que no pasaba desde Luis Enrique.

Actualizado a

Sin brillantez, pero con oficio, el Barça sacó adelante su visita al campo del Elche ganando por 0-2 un partido que asienta al Barça en la zona Champions después de sumar su quinta victoria seguida fuera de casa, algo que no pasaba desde hace tres años. Los goles de De Jong y de Riqui Puig, que aprovechó los cuatro minutos que le dio Koeman, son una inyección de confianza para un equipo que andaba justito de amor propio tras la Supercopa.

Consciente de que el equipo blaugrana no estaba físicamente para muchos alardes, Koeman decidió no arriesgar con Dest y dar descanso a Lenglet, por lo que Mingueza se mantuvo en un equipo titular en el que se alineó Umtiti.

Como era también de esperar, al partido le costó coger el ritmo, con un Elche muy pendiente de defender el marco de Edgar Badia y un Barça que no acababa de entrar en el partido, que amenazaba con hacerse bola y que no hubiera quien lo pudiera digerir.

Otro de los peligros era que el equipo blaugrana, que ante la diferencia de calidad con el rival veía el encuentro al alcance de la mano, dejara pasar los minutos, con lo que el Elche podía ir creciendo en su fe.

Al Barça le costó encontrar la manera de crear peligro en la portería local. Primero lo intentó a base de jugadas a balón parado, donde Araújo y Griezmann conectaron unos remates demasiado inocentes, que Badia atrapó fácilmente. Luego optó por los disparos de lejos, pero el de Busquets fue manso a las manos del portero ilicitano y los de Alba y Pedri se fueron desviados. Otra opción era la de utilizar la carta Dembélé, que por un momento se erigió en el líder del ataque blaugrana e interpretó un ‘yo contra el mundo’ que tampoco dio resultado.

El premio legó en una de las pocas circulaciones rápidas del Barça. Pedri habilitó a Braithwaite al espacio como extremo, que centró al área buscando el remate de Griezmann, Diego González en su intento de evitar el remate desvió la pelota hacia su portería superando a su propio guardameta y antes de que la pelota rebasara por completo la línea de gol, De Jong la remachó con rabia a la red.

El Barça había conseguido lo más difícil por partida doble: se había adelantado en el marcador y en el consiguiente y habitual despiste tras marcar, Ter Stegen blocó un disparo de Josean tras un resbalón de Umtiti. El primer patinazo de la tarde estaba superado justo antes de llegar al descanso.

Nada más empezar la segunda parte llegó el segundo resbalón, mucho más grave que el primero cuando Mingueza perdió el balón ante Rigoni, que se plantó ante Ter Stegen, que se lució para evitar el tanto del empate.

Esa jugada abrió el partido y el Elche empezó a subir la velocidad al partido ante un Barça que a medida que pasaban los minutos se le iba haciendo más cuesta arriba a un Barça al que ya le empezaban a pesar las tres prórrogas consecutivas.

El equipo de Koeman logró controlar el partido y llevarlo a un escenario donde no pasaban demasiadas cosas, pero el marcador seguía siendo de mínima ventaja y a medida que se acercaba el final, la posibilidad de que cualquier accidente resultara fatal aumentaba exponencialmente. Si el Barça no lograba el segundo, el partido llevaba camino de acabar con los catalanes pidiendo la hora. Para acrecentar la tensión ny buscar la épica, Almirón sacó al campo a Nino.

Pero el que resultó decisivo en los minutos finales fue Riqui Puig, que ingresó en e campo a falta de tres minutos y logró cerrar el encuentro con un cabezazo tras rematar una excelente jugada de De Jong. El Barça continua con su gira lejos del Camp Nou resistiéndose a dejarse ir. Sumando puntos y buscando la regularidad que le ha faltado. Lo de la brillantez, ya llegará.