La dirección deportiva quería darle un salto de calidad al equipo en el mercado de invierno y el foco estaba puesto en la delantera. Borja Valle se puso a tiro, tras rescindir su contrato con el Dinamo de Bucarest por impagos y Francesc Arnau se movió con rapidez para cerrar la llegada del berciano. Con él, Ziganda tiene una alternativa de peso para sus planes en ataque.

El Oviedo del Cuco avanza por la clasificación de Segunda División con el 4-2-3-1 como sistema de referencia, aunque en ocasiones, el entrenador da la alternativa a un dibujo con dos delanteros. La línea de medias puntas es de lo que mejor está funcionando esta campaña, con Sangalli, Nahuel y Borja en el papel de futbolistas que marcan diferencias.

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Ahora, Valle es otra arma para el ataque. El berciano destacó en el Oviedo como extremo pero también puede adaptarse al rol de segunda punta, en una función similar a la que desarrolla Nahuel como compañero de Blanco Leschuk, indiscutible en la punta de ataque.