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VALENCIA 2-ATHLETIC 2

Valencia y Athletic se cuentan sus penas en Mestalla

Carlos Soler adelantó a los de Javi Gracia, remontaron los rojiblancos gracias a los goles de Villalibre y Raúl García, de penalti, y empató Manu Vallejo.

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Valencia y Athletic se contaron sus penas en Mestalla. Un gol de Manu Vallejo tras error de Unai Simón firmó un empate que deja a unos y otros tan mal como estaban en la clasificación. Quizás el partido, por sensaciones, solo sirva para que Garitano siga en el banquillo del Athletic al menos hasta el partido contra el Real Madrid. Los suyos fueron mejores que los de Gracia, un Valencia que es un equipo pequeño en camiseta de grande. Pero dos errores de la zaga bilbaína, el penalti cometido por Dani García y el mencionado de Unai Simón, dejaron sin el premio de la victoria a los goles de Villalibre y Raúl García.

Carlos Soler es el rey de los penaltis del Valencia. Cinco ha lanzado, cinco ha marcado. Suma los mismos goles desde los 11 metros que Oyarzabal, su compañero de ensayos en las inferiores de España. El penalti se lo hicieron a Maxi Gómez, un delantero cuya influencia transciende sus estadísticas de remates y goles. Ese gol de Carlos Soler no hacía justicia a lo que se estaba viendo en Mestalla; sin embargo, le permitió al Valencia creerse que su puesta en escena era válida, cuando por más que Gracia dijera y quisiera que los suyos tuvieran más protagonismo y dominio territorial, lo uno y lo otro fue cosa del Athletic.

Garitano, que rearmó su equipo con Iñigo Martínez y Dani García, apostando una vez más por Villalibre, encontró en las idas y venidas de Capa y Yuri y en la creación de Berenguer las vías de llegada a las inmediaciones de Jaume. Les faltó eso sí último pase, privándoles de muchos Gabriel Paulista, y en consecuencia definición. Solo Yuri forzó a Jaume a intervenir, una ocasión que llegó instantes después de esa patada al aire de Dani García, que acabó impactando en el pie de Maxi Gómez, y que tan bien aprovechó Carlos Soler y que obligaba a los bilbaínos, otra vez, a remar a contracorriente.

El paso por los vestuarios afiló el colmillo de los leones, que adelantaron su presión 15 metros y así arrinconaron más aún a los blanquinegros. Hasta Maxi y Manu Vallejo habitaron en el borde del área de Jaume como bomberos achicando agua. A lo único que quiso jugar el Valencia fue a dejar su portería a cero y ni eso supo hacerlo. El empate se veía venir desde mucho antes de que lo consiguiera Villalibre, que ejecutó con exquisitez la enésima acción de peligro que nacía de las botas de Yuri. Restaba un mundo de partido y el Athletic olía la sangre.

Gracia trató de hacer reaccionar a los suyos con la salida de Cheryshev y cambiando de un plumazo su carril derecho, al cual estaba mareando lo que quiso y más Yuri. Pero el Valencia está vacío de ideas ofensivas. Ni da tres pases seguidos para llegar con fluidez en ataque estático ni tiene talento (o no lo demuestra) para contragolpear. Así el Athletic siguió a lo suyo y así Garitano se acordó de que tenía en el banquillo a la bestia negra blanquinegra. Raúl García apareció en escena y solo dos minutos después le marcaba su noveno gol al Valencia. El navarro, con cierta fortuna, transformó el inocente penalti cometido por Racic sobre Muniain.

En condiciones normales ahí hubiera muerto el partido. Pero a males ni tan siquiera este Valencia le gana al Athletic. Así, cuando los rojiblancos solo tenían que dormir unos minutos más el partido, cuando el Valencia se había olvidado de la cara de Unai Simón, una falta que sacó desde casi el córner Carlos Soler la remató Manu Vallejo al fondo de la red. El gaditano solo tuvo que acertar con colocar el balón entre los tres palos tras una salida en falso del guardameta internacional, un error que dejó sin premio a los leones, dejando una ‘X’ en la quiniela que ni saca de pobres a unos ni a otros.