Sin público y sin goles

El derbi de Manchester es uno de los partidos que todavía no permite público en un estadio inglés ya que la ciudad sigue estancada en su lucha contra el coronavirus. A la espera de mejores noticias, también las esperan en Old Trafford, donde no hubo goles entre el United y el City.

Dicho de una manera más directa se puede citar un tweet de Liam Gallagher durante el partido: “Pongo más pasión limpiándome el culo, ¡vamos hijos de puta!”, en referencia a las pocas ocasiones de gol que hubo.

Si el Manchester United necesitaba un resultado positivo tras haber caído eliminado de la Champions, el Manchester City busca reengancharse a la parte alta de la clasificación. Con el empate, los diablos rojos son 7º con 20 puntos y los de Guardiola están un puesto por detrás con sólo 19 puntos, a cinco de Liverpool o Tottenham. Y lo que es peor, una falta de gol alarmante: apenas 17 dianas a favor, un dato muy beneficiado por los cinco que le metieron al Burnley.

Los dos equipos supieron bloquearse en el centro del campo porque ambos entendieron que era más importante evitar el peligro rival: el United más reciente siempre había creado muchos problemas usando su juego directo ante la defensa adelantada del City y Guardiola optó por meter a Rodrigo y a Fernandinho por delante de la zaga y usar a sus cuatros hombres de delante para atar en corto la salida de los diablos rojos. En la otra mitad, McTominay conseguía ahogar cualquier tipo de avance del City. Ni unos ni otros pudieron sentirse cómodos durante casi toda la tarde, sólo a base de detalles.

Y en los detalles es donde Bruno Fernandes en un lado y De Bruyne en el otro sacaron todo el jugo posible. No llegó el gol, pero es cuando más cerca estuvo. En el lado ‘citizen’, cuando el belga regaló una asistencia de oro a Mahrez pero éste falló delante de De Gea. En el lado local, cuando Bruno encontró el espacio para conectar con los de delante y Pogba estuvo a punto de marcar. Entre medias, el VAR evitó un penalti a Rashford por fuera de juego previo.