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GRUPO G | FERENCVAROS - BARCELONA

Otra vez la unidad B

El Barcelona, a ratificar sin Leo Messi el liderato de grupo para poder centrarse en LaLiga. Koeman confía en poder calcar el partido de Kiev con los suplentes.

Actualizado a
Pedri, que hoy podría descansar, toca el balón en el entrenamiento de ayer con Konrad y De Jong.
DIARIO AS
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Más de 120 años de historia en los dos clubes y el Barça no había jugado nunca en Budapest un partido oficial con el Ferencvaros. Es la de hoy, por tanto, una cita con un punto sentimental, porque Hungría fue antes que Holanda en el Barça. Platko se ganó una oda de Alberti; Kubala está en la cima de jugadores históricos del club; y Kocsis o Czibor coronaron un equipo de nivel al final de la década de los cincuenta. Jugar en Budapest requiere de una liturgia especial. Seguro que Koeman, uno de los principales representantes de la escuela holandesa en la historia del Barça, sabe respetarla por más que se haya dejado en casa a su principal figura (sigue el partido en directo en As.com).

Messi no podrá tomarse, pues, su revancha particular con Budapest, la ciudad que le vio debutar con la selección argentina. Fue expulsado cuando llevaba un minuto en el césped. Koeman explicó ayer que Kiev y Budapest serán las dos últimas oportunidades para dar descanso al argentino, tal vez hasta la Copa. Y a estas alturas, y sin récords a la vista (por primera vez desde 2010, Messi no va a llegar a los 50 goles en un año natural, apenas suma 24), lo más razonable parece tomar aire para el sprint de partidos que le esperan al Barça hasta final de año.

Será otra vez un Barça de laboratorio. Una unidad B venida incluso a menos por tantísimas bajas además de los descansos. Aun así, Koeman confía en calcar el partido de Kiev. Espera seriedad de Pjanic y Aleñá en el doble pivote, el impulso de Dest en el lateral y el buen momento de los delanteros. Braithwaite y Griezmann han empezado a marcar; y Trincão y Dembélé también se acercaron mucho en los últimos partidos.

El partido tiene cierta importancia, porque el mapa de los grupos en la Champions anticipa que ser líder de grupo permitirá evitar un buen puñado de ogros. Si el Barça gana, le bastará incluso perder por la mínima en la jornada final para ser primero. Seguro que ahí Messi ya no descansará.