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INGLATERRA

La vida loca de Ruddock: el casi fin de Shearer, un apodo para Mandela y una bronca con 007...

El inglés confiesa en un libro autobiográfico varias travesuras de su carrera. Una casi acaba con el pie de Alan Shearer, máximo goleador histórico de la Premier.

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La vida loca de Ruddock: el casi fin de Shearer, un apodo para Mandela y una bronca con 007...
RUSSELL BOYCEREUTERS

Alan Shearer celebró centenares de tantos en la Premier League vistiendo las camisetas de Southampton, Blackburn y Newcastle hasta conseguir el récord de máximo goleador de la competición con 260 goles que nadie, de momento, ha conseguido tumbar. Toda una leyenda del fútbol inglés que casi se queda en el inicio por culpa de Neil 'Razor' Ruddock, otro histórico del juego de las islas. Aficionado a jugar duro y a la fiesta interminable, Ruddock es una figura de culto del fútbol británico de antaño y ahora, ha decidido sacar una biografía para confirmar todas sus leyendas extradeportivas. Varias ya las ha adelantado en una entrevista en el Daily Mail.

La borrachera que casi le cuesta el pie a Shearer

Durante una pretemporada en la que ambos eran compañeros en el Southampton, Ruddock estaba de fiesta con algunos compañeros y entró a la habitación de Shearer para sustraer más bebida del minibar. Este le pilló, las botellas se cayeron y varios dedos del mítico delantero le quedaron "colgando solo de la piel".

"Estaba en el baño y le oí gritar 'para' y escuché cristal romperse detrás de mí. Pude ver como se cortaba con el filo de la botella. Dos de sus dedos estaban medio colgando y uno colgaba del todo. No sabíamos que hacer porque todos estábamos bastante borrachos así que Steve Davis le tuvo que llevar al hospital porque era el único que estaba sobrio", confesó. "Me sentí culpable. Era un chaval y además, mi compañero. Si llego a saber lo que iba hacer en todos esos años jugando contra mí ojalá se le hubieran caído todos los dedos... Creo que me ha perdonado. Tiene un gran sentido del humor, no es tan aburrido como parece", confiesa 'Razor'.

Provocó la ruptura de Take That

Robbie Williams empezó su carrera en solitario gracias a Ruddock. Según narra en el libro y también en la entrevista, asegura que el cantante fue despedido del grupo porque él le convenció para unas vacaciones animadas en Marbella con Robbie Fowler. "Apareció en el aeropuerto con una camiseta del Port Vale, su maleta y un balón de fútbol. En ese momento, Take That no paraba de trabajar y no les dejaban hacer nada. Venirse con nosotros fue una nueva vida para él. Poco después le despidieron", asegura.

Unos tragos y un apodo para Mandela

Durante su etapa en el Liverpool, los reds tuvieron una gira por Sudáfrica y allí Ruddock pudo disfrutar con Nelson Mandela como si fuera un amigo de toda la vida. Lejos del respeto reverencial que le tenía muchísima gente, le trató como a uno más. "¿Qué tal, Nels?" le dijo cuando Madiba entró al vestuario de manera inesperada con todos sus guardaespaldas. Al terminar el encuentro, el propio mandatario les invitó a ir al bar y ante la impresión de lo sucedido, Raddock llamó a sus padres. "Estoy borracho con Mandela", recuerda que les dijo. "No puedo recordar de que hablábamos solo estábamos ahí en el bar hablando de tonterías bebiendo durante cuatro o cinco horas", confiesa.

Una broma pesada de Fowler

A veces era él el liante pero otras, la víctima. En este caso, Robbie Fowler fue el que se la jugó. Con él formaba un dúo noventero que acabó siendo apodado los 'Spice Boys', en referencia al famoso grupo de pop. Aquel día, Fowler le robó una de sus Reebok que llevaba puestas durante una escala en un aeropuerto, le defecó dentro y le devolvió el regalo. Ni corto ni perezoso, el central le contestó con un puñetazo. "Amaba esas zapatillas. Al final, tuve que ir todo el día con solo una zapatilla puesta después de lo que hizo Robbie", confiesa.

Varias travesuras en 'Hollywood' sin pisar Los Angeles

No necesitó ir a Los Ángeles para chocar con Hollywood. Antes de una reserva en el restaurante Planet Hollywood decidieron subirse a una estatúa en pleno Picadilly Circus y entre Stan Collymore y él vestirla con la chaqueta de Armani del propio central. En otra ocasión, en un club de golf, Razor tuvo un desencuentro con Sean Connery por varias bromas sobre 007 que no le sentaron bien y cerca estuvo de acabar como sus enfrentamientos con Tiburón. Una vida de película.