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CELTA

1x1 del Celta: Sólo brillaron los chavales Veiga y Fontán

Los dos canteranos sorprendieron con su presencia en el once y con su desparpajo en el campo. Nolito y Baeza generaron peligro en la segunda parte.

Actualizado a
Gabri Veiga controla el balón en presencia de Lenglet.
MIGUEL RIOPAAFP

Iván Villar: Le realizaron cuatro disparos y le marcaron tres goles. No tuvo culpa en ninguno de los tres tantos barcelonistas, pero tampoco tuvo la inspiración suficiente como para ser decisivo ante delanteros de semejante calibre.

Mallo: Estuvo demasiado pendiente de Ansu Fati y se olvidó de atacar. El Celta echó mucho de menos sus incorporaciones al ataque y cuando lo hacía, solía llegar tarde. Aspas y Denis le buscaron en más de una ocasión y no lo encontraron.

Aidoo: Volvió a ofrecer su versión nerviosa. En el primer tanto del Barça llega tarde a cubrir la marca de Ansu Fati y a partir de ahí siempre llegó con retraso a las acciones divididas. Vio la amarilla al filo del descanso y ya no salió en la segunda parte.

Murillo: Un mal despeje suyo propicia el tanto de Ansu Fati. No está al nivel sublime de la temporada pasada y el equipo lo nota. Sufrió un par de golpes que amenazaron con sacarle del partido, pero más sufrió con Messi.

Olaza: Empezó jugando de central y a la media hora se pasó al lateral debido a la lesión de Fontán. En el eje de la zaga estuvo correcto, mientras que de carrilero no se mostró tan atrevido como en él es habitual. Ni un solo centro de peligro al área del Barça.

Fontán: Debutó en Primera y no se notó en ningún momento. Se mostró sólido en defensa y corajudo en ataque. Incluso se atrevió con un disparo que obligó a Neto a emplearse a fondo. Tuvo que abandonar el partido a la media hora por un golpe en su hombro izquierdo.

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Tapia: Tuvo que achicar mucha agua en el centro del campo, pero nunca se cansa de hacerlo, aunque en ocasiones se emplea con excesiva dureza. Los blaugranas reclamaron una segunda amarilla para él y acto seguido Óscar decidió retirarlo del terreno de juego.

Veiga: Impecable en su primer partido como titular con la camiseta del Celta. Tiene un desparpajo y un temple impropio de su edad. Todas las acciones peligrosas de la primera parte pasaron por sus botas y provocó la primera amarilla de Lenglet. Se le acabó la gasolina en la segunda parte y acabó siendo sustituido.

Denis: Vuelve a entrar en la zona gris en la que estuvo tantos meses instaurado la temporada pasada. Debe ser diferencial y no encuentra el camino. El Celta necesita su último pase, que se conecte con Aspas. No estuvo inspirado.

Mor: Intentó imponer su velocidad en la primera parte, pero siempre hizo la guerra por su cuenta y no pudo con toda la defensa culé. Dejó destellos de su enorme calidad, como un espectacular túnel a Pique. Esta vez, al menos, no se fue cabreado al banquillo.

Aspas: Desasistido durante casi todo el encuentro. En la primera parte no le llegaron balones y en la segunda bajó a recibirlos para iniciar el juego, pero nunca llegó a amenazar de verdad a Neto. Tuvo un libre directo en el primer acto, pero el balón se estrelló en la cabeza de Busquets.

Araújo (entró por Fontán): Sorprendió que se quedara en el banquillo cuando Óscar apostó por tres centrales y prefiriera reconvertir a Olaza que utilizar al mexicano. Pese al golpe anímico en lo personal, saltó al césped sin calentar y cumplió sin errores.

Baeza (entró por Aidoo): Su llegada desde segunda línea puso en problemas al Barcelona. Gozó de la ocasión más clara del encuentro pero su zurdazo, con Neto ya batido, se estrelló en el larguero tras ser desviado por un defensor culé.

Nolito (entró por Veiga): Puso su talento al servicio del equipo, desequilibrando por su costado izquierdo y buscando el gol con insistencia. Lo probó hasta en tres ocasiones, pero en dos de ellas se topó con Neto y en la tercera el cuero se fue rozando el poste.

Mina (entró por Mor): No encontró su espacio en la media hora que estuvo sobre el terreno de juego, aunque su presencia sirvió para fijar a los centrales y crear hueco a Noito y Baeza.

Beltrán (entró por Tapia): Con el Celta ya volcado, el mediocentro se dedicó a subir balones para entregárselo a Denis o Aspas. Salió en el último cuarto de hora ante la amenaza de una segunda amarilla para Tapia.