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FÚTBOL A PUERTA CERRADA

Adiós al factor campo

Los jugadores deberán acostumbrarse a la ausencia de la afición. En la Bundesliga ya ganan más partidos los visitantes que los locales.

Actualizado a
Soccer Football - Bundesliga - Borussia Dortmund v Bayern Munich - Signal Iduna Park, Dortmund, Germany - May 26, 2020 Players during a minutes silence before the match for the victims of the coronavirus disease, as play resumes behind closed doors follow
POOLREUTERS

EI fútbol vuelve, pero muy diferente del de antes. Uno de los grandes cambios está en las gradas. Los aficionados, el principal motor de este deporte (e industria), ya no animarán a su equipo desde el estadio, tendrán que hacerlo desde sus casas, una de las consecuencias del coronavirus y la 'nueva normalidad'. Pero los aficionados no serán los únicos en tener que acostumbrarse, también deben hacerlo los futbolistas. Los locales tendrán que buscar la victoria sin su jugador número 12.

En la Bundesliga, la primera de las grandes ligas en reanudarse, ya se ve que el factor campo ha desaparecido al no contar con aficionados en los estadios. Las victorias locales han pasado del 43% antes del coronavirus a un 22%; mientras que los empates suben hasta el 28% y los triunfos visitantes al 50% (antes suponían un 35%). Pero no sólo se ven en los triunfos, también en los goles. Sin el calor de los aficionados se promedian menos goles a favor para los anfitriones (se ha pasado de una media de 1,75 por encuentro a 1,39) y más en contra (1,81 ahora frente a los 1,5 de antes).

El 11 de junio volverá LaLiga con un Sevilla-Betis en el Sánchez Pizjuán, pero este no será el primer partido completo que se juegue a puerta cerrada. Hubo otros antes como el reciente Eibar-Real Sociedad de marzo o el Barcelona-Las Palmas que se jugó sin público por el referéndum celebrado en Cataluña el 1 de octubre de 2017. En ese partido estuvo presente Pako Ayestarán, que debutaba al frente del banquillo grancanario: "Fue algo extraño, pero lo que más fue la ausencia de ruido. Se está acostumbrado a la tensión, al ruido y la ebullición del público. Pero no existió. Hasta mi propia respiración era perceptible". Ese silencio de las gradas lo ocuparon los gritos de los entrenadores y los jugadores, como explica el técnico: "Era más fácil hacerles llegar la información, pero había que tener cuidado si querías avisar de un cambio de estrategia, si no se enteraba todo el mundo".

Ayestarán ve lógico que en la Bundesliga se esté viendo una disminución de victorias locales: "La intensidad en los partidos está siendo menor. Lo que moviliza al ser humano es el feedback externo. A veces no somos capaces de exigirnos y motivarnos solos. Es lógico que ganen más los visitantes. No será lo mismo ir a un estadio vacío que a uno lleno. Va a influir de forma importante. No se tiene el plus que te da el aliento del público".

Victorias locales

Empates

Victorias visitanes

Goles locales

Goles visitantes

Amarillas locales

Amarillas visitantes

Antes del COVID-19

43%22%35%1,751,51,722

Tras el COVID-19

22%28%50%1,391,812,141,86

Sobre el efecto de la afición en los futbolistas habla la psicóloga deportiva María Blanco, de Train Your Mind: "El futbolista está acostumbrado a estar rodeado de 40.000 o 50.000 personas mientras juega y su activación durante un partido está relacionado con ello. Ahora, si eso no existe, se va a parecer más a un entrenamiento, donde la activación es mucho menor. Salvo en pocos casos en los que hay algunos futbolistas a los que la afición les provoca ansiedad, para la mayoría es un estímulo. Les ayuda a activarse y que su rendimiento sea más óptimo. Ahora deberán buscarse otras estrategias para lograr suplir ese estímulo. Antes, un jugador fallaba y la grada le empujaba para seguir y focalizarse en su tarea. Si los locales estaban dormidos, los aficionados les despertaban".

El silencio en las gradas será una de las tareas a trabajar antes de la vuelta a la competición: "Los partidos se van a parecer tanto a un entrenamiento que va a ser fácil entrenarlo. Hay que buscar situación de estrés para el futbolista, que le ayuden a activarse porque le provoquen frustración. Hay que hacer ejercicios donde los fallos resten. Que los goles y fallos en un entrenamiento tengan la misma importancia que en un partido", apunta Blanco."Ahora podríamos estar hablando casi de un 50-50 por ciento ante esa falta de público. Van a estar en la misma situación. Deben generar rutinas de equipo para mantener la concentración".

Ayestarán coincide en que se deberá trabajar en las Ciudades Deportivas esta nueva realidad del fútbol: "Habrá que simular en los entrenamientos esas situaciones. Cada entrenador deberá buscar esa motivación según las características de sus jugadores. Hay que tirar de los que más carácter tienen. Ese tipo de jugador ganador que no permite ni un fallo. He tenido la fortuna de estar en equipos que existía ese tipo de futbolista que con una mirada te transmitía tensión para estar atento y no cometer errores. También será importante la tensión del entrenador, que se podrá transmitir mejor en los partidos y que antes a veces no les llegaba".

A los jugadores no les quedará otra que adaptarse a estas nuevas circunstancias hasta que las gradas vuelvan a llenarse en un futuro. La evolución de la pandemia y Sanidad será los que marquen los ritmos de su regreso a los campos. "Al fútbol sin aficionados le falta todo. El fútbol tiene sentido porque hay una afición detrás. Los clubes tienen tradición y permanecen en el tiempo porque ellos están. Pero también es cierto que había que dar una solución a lo que hemos vivido y es la decisión correcta la de volver a jugar y terminar la temporada. Hay que ganar y perder en el campo", añade Ayestarán.