Ferran, de niño a hombre; ha ganado cuatro kilos de músculo
Se instaló en tres días un gimnasio en su domicilio, donde se ejercitó durante los dos meses de confinamiento, y sus registros físicos en la vuelta al trabajo son óptimos.
Ferran Torres empezó la temporada siendo un niño y la acabará en un cuerpo de hombre. Seguirá teniendo solo 20 años, aunque su físico ha cambiado radicalmente. En especial en los últimos dos meses. El de Foios ha exprimido cada uno de los días de confinamiento para seguir puliendo su físico. Así, Ferran ha ganado desde que comenzara el año cuatro kilos de músculo.
Ferran, como se ha desvelado esta semana, fue uno de los futbolistas del Valencia que dio positivo por Covid-19. Pero, como en el resto de contagiados de la plantilla ché, no tuvo síntoma alguno. Por ello, más allá del aislamiento prescrito, Ferran pudo hacer rutinas de trabajo con normalidad. El Valencia cerró la Ciudad Deportiva el 12 de marzo y una semana después Ferran ya se había instalado en el bajo de su domicilio un gimnasio completo. Y allí terminó de pulir su cambio.
Ferran ha seguido durante los últimos dos meses un exhaustivo plan de entrenamientos, inclusive con más carga de trabajo de la que el propio preparador físico le instaba a realizar. Además ha seguido un plan nutricional a rajatabla. Ferran, así, ha ganado en masa muscular y también en potencia. Su cambio físico se ve tanto en el tren inferior como superior. Ello sin perder explosividad, como lo atestiguan los guarismos que maneja el cuerpo técnico de Albert Celades en los primeros días de vuelta al trabajo.
Ferran ha querido aprovechar las semanas de aislamiento para realizar un trabajo de fuerza que las rutinas de los entrenamientos y la competición impide o dificulta realizar a los futbolistas. Pero era algo que tenía en mente el de Foios a tener de su experiencia en la élite. Ferran, un futbolista que tiene entre sus virtudes el regate y el desborde, ha tenido que lidiar desde que diera el salto a Primera División con defensas que le buscaban las 'cosquillas' en el cuerpo a cuerpo. Pero, ahora, su cuerpo ya no es el de un niño.