NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BARCELONA

Setién matiza la pizarra

El regreso de Suárez, la norma de los cinco cambios y las conclusiones de los 12 partidos anteriores, las bases sobre las que el cántabro reorientará su plan de juego.

Actualizado a
Setién matiza la pizarra

La pizarra post-confinamiento del Barça no será la misma que antes de la pandemia. Setién y sus ayudantes han tenido tiempo para matizar el manual de instrucciones. En eso, han demostrado cintura desde la primera semana, cuando el plan que Quique se trajo de su casa en Cantabria, con un extrañísimo 1-3-1-4-2, se paseó por el precipicio en Ibiza y se estrelló en Valencia. No tiene este Barça jugadores para expresarse con esas coordenadas y, aunque aseguró que podría volver a usarlo, no lo ha hecho. Pronto pasó el Barça de Setién al 4-3-3 que jugó la última temporada y media de Valverde (el Txingurri jugó un 4-4-2 su primer curso), y con mejores resultados.

Las cosas van a cambiar tácticamente si LaLiga se reanuda. Y no sólo por el análisis exhaustivo de los doce partidos anteriores. Luis Suárez, con quien en principio no iba a contar ya esta temporada, se incorpora al tramo final de la competición. Y Suárez aporta muchas cosas al Barça. Para empezar, descarga a Messi de responsabilidad goleadora. Y también le da matices tácticos. A Quique siempre le han gustado los delanteros dinámicos que sean capaces de aguantar el balón y dar respiros al equipo para empezar el juego de posición. Además, si es que tiene gasolina, el uruguayo es un salvaje en la presión. Una de las obsesiones de Setién es recuperar el balón en pocos segundos y con Suárez será más fácil. La presencia del uruguayo, eso sí, obligará a resituar a Griezmann, aunque el francés ya se ha acostumbrado esta temporada a hacer lo que le pide el equipo.

Setién también estudia cómo sacar partido de los cinco cambios. Es un arma de doble filo evidente. Por un lado, podría permitir que el Barça mantenga un ritmo de juego altísimo. Pero con cinco cambios, también se corre el riesgo de desordenar al equipo, perder continuidad y automatismos. No será fácil jugar con esa herramienta.

Lo menos sencillo, aunque hace un tiempo pudiese resultar ridículo, va a tener que ver con la comunicación. De momento, Setién no podrá dar charlas tácticas de grupo. Hasta ha deslizado la posibilidad de reuinir a los jugadores en un cine: “Va a ser una pretemporada en número de días. Pero luego hay incógnitas. En pretemporada, juegas amistosos que sirven para corregir aspectos tácticos. Aquí, ni siquiera podremos vernos en en las reuniones. Seguramente, tendremos que tener distanciamiento. O los ponemos fuera, o nos los llevamos a un cine donde proyectarles las imágenes, o no van a ver las cosas que les tenemos preparados...”. Y el manual de instrucciones de Setién viene con novedades para la parte final de la temporada.