El fútbol se adapta al teletrabajo

"Esto es un parón, no unas vacaciones". Desde esa premisa parte la preparación de los equipos de Primera y Segunda durante este aislamiento que inicia la cuarta semana. Cada futbolista y cada técnico, en su casa. El guion de esta crisis precipitó el frenazo en la competición y, por ello, un cambio de plan con el inconveniente de no saber cuánto tiempo se dilatará. Así, el fútbol se adapta como puede al teletrabajo, bajo un esquema general: mantener la forma física, cuidar la alimentación y, por supuesto, vigilar cualquier síntoma de enfermedad. Y paciencia.

Los primeros en cerrar fueron el Valencia y el Real Madrid. Sus plantillas se fueron a casa con un plan físico detallado e individualizado, la línea seguida por todos los equipos, y en las redes se ha ido pudiendo ver a muchos jugadores en faena. No obstante, los clubes piden mesura con lo que muestran por lo dicho antes: "No son vacaciones". El preparador físico de los blancos, Dupont, controla a los suyos desde casa a través de los chalecos que usan y va retocando el plan. Parejo, capitán che, incide en la necesidad de cuidar la línea: "Hay que tomárselo en serio, también el peso. Cuando se reanude la competición, ésta no perdonará".

La prioridad, además de que no se contagien, es que los futbolistas no pierdan la forma porque puede que la competición se reactive a un ritmo frenético. "Se trata de hacer ejercicios para mantener la movilidad y la estabilidad del sistema artro-muscular y la capacidad aeróbica estimulando el sistema cardio-respiratorio", explica Javi Navarro, preparador físico del Levante. Uno de los mayores temores es el castigo en forma de lesiones musculares que pueda acarrear el regreso.

Así, los clubes dispusieron para los jugadores la maquinaria necesaria para realizar los ejercicios desde casa, si bien muchos tenían gimnasio propio, pero no tantos como se cree. "Adaptamos las sesiones al espacio. Algunos tienen más y podemos hacer más cosas", comenta Xabi Gil, preparador del Betis, que confía en que los jugadores no acusen demasiado esta situación: "Este trabajo y la responsabilidad en alimentación, peso y horas de sueño facilitarán un retorno óptimo".

Otro punto es el de los lesionados, cuyo plan requiere de más ayuda externa. "Es complicado tratarlos a distancia. Esto sirve para agudizar el ingenio y desarrollar herramientas. Las molestias, por ejemplo, suponen un reto. Con vídeos y fotos podemos trasladarles cómo tratarse", confiesa Dioni González, coordinador de los servicios médicos del Granada.

Por otro lado, como en tantas empresas, la videoconferencia (y Whatsapp) es un recurso. Por ejemplo, el Leganés hace entrenamientos por streaming. Pol Lorente, preparador físico, los dirige en la red Twitch, con la particularidad de que puede seguirlos cualquier aficionado. "Ya en el 83 lo hacía por la tele Eva Nasarre", comenta Lorente. Simeone está dando sesiones tácticas, aunque el vídeo va más allá de lo estrictamente laboral. Zidane conectó el viernes con sus chicos, igual que hizo la plantilla del Espanyol, simplemente para charlar y compartir. Vía vídeo trabajan las secretarías técnicas y los analistas.

Y luego están la vigilancia de la salud —tomarse la temperatura— y la nutrición, igualmente importante. Los jugadores tienen un riguroso plan alimentario. Por ejemplo, el Sporting envía a sus jugadores comida a domicilio, supervisada por la nutricionista Beatriz Manchón. Hay más clubes con servicio de cátering. El Espanyol insiste en la importancia de las verduras, el pescado y la hidratación. Por si acaso, Rubi da un truco: "Que se prueben un vaquero cada cuatro días. Si no les vale...".

Todo lo anterior, no obstante, viene condicionado por lo que dure el parón. La incertidumbre crece y ya se asume que hará falta una pretemporada. Mientras, el día a día lo marca el teletrabajo.

*Con información de los corresponsales de Primera y Segunda.