Tayikistán desafía al COVID-19: el Istiqlol campeón de la Supercopa
Sin público, por recomendación de la OMS, en el estadio nacional de Pamir, el Istiqlol ganó 2-1 al Khujand. Mañana arranca su liga en el único país sin infectados por el coronavirus.
Esta crónica va por aclamación popular. Si han llegado hasta aquí de rebote, pinchen aquí para entender algo de esta locura. Si quieres seguir leyendo, bienvenido a La Resistencia de Taykistán. ¿Qué es eso? Bien, pues en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo todos deberíamos estar ávidos de noticias positivas, como defiende mi amigo Matilla (que no Masilla por favor). Los 90 minutos que ha durado este majestuoso Istiqlol-Khujand nos ha evadido de las malas noticias, justo cuando nos decían que vamos a prolongar el Estado de Alarma 15 días más. Para empezar descubrimos que en este país asiático, con 9 millones de habitantes, no hay ningún contagiado por coronavirus. Eso es una noticia buena para el mundo. Un canto para la esperanza. Y aquí entra el periodismo deportivo, ese que llevamos ejerciendo durante años y en el que nos ponen una cierta etiqueta infantil y banal. Bien, en AS, como en otras muchas empresas nos están dando noticias muy malas estos días. Malísimas. Así que esta crónica va por mucho de los compañeros que me escribían para que hiciera esta crónica porque es de admirar que no pierdan el sentido del humor y las ganas de reír en los peores momentos. Eso es La Resistencia de Tayikistán, enganchados a algo que no hace mal a nadie, sino que sólo nos hace sufrir un poco menos.
¿Eso significa que estemos locos? Puede ser. No hace falta que sigas leyendo porque esta crónica random es de todo menos ortodoxa. No es que nos pongamos una venda en los ojos. No. Sabemos lo que hay. Pero si estás leyendo estas líneas suponemos que o te aburren las series y los libros o de verdad estás muy loco por ver fútbol. Quieres leer algo que te recuerde a la normalidad que nos ha arrebatado este maldito virus. Me imagino a mi amigo Manu Sainz, por ejemplo, leyendo esta crónica y que aún no ha tenido la posibilidad de dar un paseo de verdad con el gran Manu Jr. O amigos míos y familiares que están embarazados en estos momentos. Creo que merecen un rato de distracción superficial y banal como la nuestra. Ojo, somos totalmente innecesarios. Esto no es una oda a nuestro trabajo, ni mucho menos porque tenemos la suerte de contar este tipo de cosas. Los buenos de verdad están en las calles. Desde las señoras de la limpieza de la residencias de mayores, donde vive mi madre por ejemplo, hasta la doctora o el doctor que te salva la vida en el hospital.
Comentado esto primero, vamos con lo ‘importante’. La crónica random de este partido. Bien, pues he de reconocer que los halagos debilitan. Esta mañana me encontré con un aluvión de mensajes en Tuiter pidiendo la crónica de la Supercopa. Puse que era a las 20:00 horas. Y en realidad se jugaba las 14:00 horas. Me avisó el usuario @PeroEraYoDiego de que estaba viendo un partidazo. Gracias. Me levanté de la mesa sin aún haber comido y dejé plantada a mi mujer y mi hija. Me puse a buscar como un loco este partido. Así empieza una crónica random, reconociendo que no vi el primer gol de partido y que desesperaba por encontrar algún streaming. “¿Pero te has vuelto o loco o qué? ¿No puedes descansar después de 10 días de trabajo seguido?”, me preguntaban. “No. No puedo”, repetía. Por mis jefes no. Lo hago por La Resistencia de Tayikistán. En la repetición pude ver que Sanjar Rikhsiboev aprovechó una muy mala salida de Yatimov. El nivel de los porteros en Tayikistán debe mejorar, la verdad, tanto o más como el del cronista, un desvergonzado que reconoce no haberse enterado del primer gol del partido y que puso mal la hora de comienzo del partido.