NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ALMERÍA

Pedro Emanuel: "La del Almería ha sido la salida en la que menos he entendido el porqué"

"Desilusionado" por "no estar hasta el final en el Almería", reconoce que los fichajes de agosto fueron para "luchar por algo más", sin entender los de enero.

Actualizado a
Pedro Emanuel: "La del Almería ha sido la salida en la que menos he entendido el porqué"
CARLOS BARBADIARIO AS

Hace 45 años nacía en Luanda Pedro Emanuel dos Santos Martins Silva, el pequeño de la familia. Su abuelo materno trabajaba para el gobierno portugués en tierras angoleñas, donde residía el padre del técnico, también luso, después de hacer el servicio militar en la que fue colonia portuguesa hasta 1975. 29 años después alzaba al cielo de Gelsenkirchen la Champions League con ese mítico Oporto de José Mourinho. En 2009 colgó las botas y cogió la pizarra, siendo en agosto del año pasado el elegido por Turki Al-Sheikh para llevar las riendas del Almería, destituido en noviembre a pesar de que el equipo iba segundo (seis triunfos, otros tantos empates y sólo dos derrotas). Se tomó un tiempo para desconectar recorriendo la geografía española y a principio del presente año firmó por el Al-Ain, con el que pelea la liga (segundo clasificado) y la Copa (en la final). El pasado 17 de marzo, antes de que cancelasen los vuelos Emiratos Árabes Unidos-Portugal, marchó hacia tierras lusas para estar junto a su familia.

Hombre culto, habla seis idiomas (portugués, castellano, inglés, griego, árabe y francés: "conocer nuevos países, culturas y formas de vivir nos enriquecen a mí y a mi familia") y tiene en sus vitrinas seis ligas portugesas, cinco copas lusas, una chipriota, otra saudí, tres Supercopa de Portugal y otra de Chipre, un Mundialito, una UEFA y una Champions. Con tantas vivencias a sus espaldas (ha entrenado en cinco países) pide paciencia por el coronavirus. "Esta enfermedad ha sido importante para darnos paciencia porque estábamos viviendo a 200 kilómetros por hora, ahora lo haremos más tranquilos", comenta. Es la primera vez que habla con un medio de comunicación tras su salida del Almería (durante su estancia en tierras almerienses, sólo habló en ruedas de prensa). Y lo hace sin prisa, charlando durante más de una hora con AS.

- ¿Cómo lleva el confinamiento?

Está siendo un poco difícil confinarse 24 horas al día en casa. Tengo una pequeña ventaja: mi casa está cerca del mar y lo voy mirando, me da un poco de tranquilidad. Son momentos diferentes, pero que también nos van a permitir disfrutar de la familia porque el último proyecto me ha alejado físicamente del grupo familiar. Es difícil, pero importante hacerla [la cuarentena]. Es una forma diferente de vivir, adaptándose y habiendo un gran desarrollo para toda la humanidad.

- Apenas un mes después de salir del Almería fichó por el Al-Ain. ¿Qué tal por allí?

Fiché por el Al-Ain porque es uno de los clubs más grandes de Emiratos, el que más títulos tiene. Es un equipo con el que ya habíamos negociado. No fui en un primer momento y me surgió la oportunidad de ir a Almería. En mayo del año pasado negocié con Al-Ain, pero no concretamos. Después surgió el Almería con Turki, me fui allí y cuando salí me llamaron nuevamente. Era un momento difícil para el club porque ha cambiado de dirección. Es grande, lucha para ganar todas las competiciones. Tiene el aliciente de que posee buenísimas condiciones de trabajo, está muy bien organizado. Cuando fui para allá, estaba quinto a nueve puntos del primero. Intentamos hacerlo lo mejor y mirar para remontar. Lo estamos haciendo bien. En liga vamos a seis puntos del líder y también hemos alcanzado la final de Copa, que es una competición muy, muy importante en cualquier país y aquí también. De ahí que las perspectivas sean muy positivas. Es el tipo de equipo que buscaba: que luche por conquistar trofeos.

- Se le está viendo más en Oriente Medio que en Europa. ¿Qué tienen esas ligas para decidir entrenar ahí?

Fue una opción. El año pasado tuve una propuesta para ir a Japón, lo hablé con familia y decidimos tener una aventura diferente o por Oriente Medio o por Japón. No se concretó y también apareció una propuesta muy buena para empezar a entrenar en Oriente Medio, en Al-Taawaoun [de Arabia Saudí], un equipo que había sido entrenado por un portugués que hizo un buenísimo trabajo, José Gómez, que ahora está aquí en Portugal [en el Marítimo]. Estuvo cuatro años y me pareció una buena oportunidad para entrar en este mercado. Conquistamos un trofeo, la Copa (la King Cup en Arabia), que es muy importante. Era un club mediano, que buscaba algo más en su historia. Nos quedamos en tercera plaza por primera vez, lo que nos permitió clasificarnos directos para la Champions asiática.

Eso hizo que Turki tuviese conocimientos sobre mí, yéndome a buscar para el proyecto del Almería. Cuando concretó la compra del Almería los primeros días de agosto tampoco tenía muchas más posibilidades porque todos los entrenadores estaban ya trabajando. Es el desarrollo de un poco de locura mía y de Turki de empezar un proyecto que lo tiene todo de una forma muy diferente a la que estamos acostumbrados, con convicciones financieras y económicas para poner nuevamente a Almería en Primera.

- ¿Cuáles son las mayores diferencias entre el fútbol árabe y el europeo, en concreto, el portugués y el español?

La diferencia es muy grande. Primeramente porque sólo puedes jugar con un máximo de cuatro extranjeros por equipo, lo que te obliga a tener que hacer un scouting muy, muy bueno de los equipos locales. Hay que tener un poco más de paciencia porque el ritmo es un poco más bajo. Tienen la calidad técnica, pero les falta un poco de entendimiento del juego colectivo. Es el gran trabajo de los entrenadores europeos. Hay muchísimos españoles trabajando en Arabia Saudí o Catar. Mira Xavi. Los equipos necesitan este tipo de conocimientos más profundos y organizados. Hay jugadores de calidad que necesitan evolucionar mentalmente para las exigencias de un fútbol profesional, pero tienen calidad técnica y física. Es un dato muy interesante.

Y la gran diferencia lógicamente es que no tienes esa oportunidad de buscar dos brasileños, tres uruguayos, cuatro franceses y tres españoles, como ocurre en Europa. En el Al-Ain no tenemos un mercado libre, sino uno cerrado, con cuatro extranjeros. No existe la diversidad de Europa al formar una plantilla. Eso lleva a un desarrollo muy grande para buscar un punta, un extremo o un medio. Tienes una obligación: promover al futbolista local. En todos los partidos hay que jugar con un mínimo de dos jugadores sub-23, los porteros tienen que ser locales, no pueden ser extranjeros... Hay algunas limitaciones que te obligan a ser imaginativo para formar un equipo. La competitividad es buena, principalmente en Emiratos porque son sólo catorce equipos y todos tienen buenos jugadores.

- ¿Les dará tiempo en las siete jornadas que restan de campeonato de recortarle los seis puntos al Shabab Al-Ahli, líder?

Tienen un buenísimo equipo. Han hecho una primera mitad de campeonato, muy, muy fuerte, similar a lo realizado por el Cádiz en Segunda. Ha salido muy fuerte en la primera mitad y se ha posicionado bien. Como he dicho, cuando llegamos estábamos a nueve puntos del primero. En el último partido perdimos con Al-Jazira, que está cerca de nosotros [a un punto], y se nos puso más difícil el objetivo. Tenemos siete partidos, uno de ellos, con Shabab Al-Ahli y vamos a ver, vamos a ver. Queremos intentar que cuando regresemos lo hagamos al nivel de antes porque sólo perdimos con Al-Jazira y empatamos con Saharah. Llevábamos cinco victorias, cuatro de ellas consecutivas antes de jugar con Al-Jazira. Estábamos en un buenísimo momento, vamos a ver, no voy a decir que es un objetivo principal, pienso que este es conquistar la Copa. Son siete partidos, uno de ellos con Shabab y hay que hacer el máximo de puntos posibles.

- En verano es el encargado de coger las riendas del Almería en un proyecto ambicioso. ¿Fue el reto más importante de su carrera?

Sí, sí. Yo conocía el campeonato de la segunda liga española porque siempre estaba atento. Siempre me ha gustado porque hay mucha competitividad y, encima, con mucha calidad. Por eso fue importante encontrar un grupo de jugadores fenomenal, viendo cómo se entregó al trabajo con los cambios tan repentinos que habíamos hecho. Llegamos dos semanas antes de comenzar el campeonato. Empezar como empezamos fue un gran impulso para la temporada que el Almería está haciendo.

El primer día el objetivo principal era andar entre los seis-ocho primeros equipos de la tabla para que nos permitiese estar cerquita de los playoff. Lógicamente cuando te posicionas en las dos primeras plazas al inicio de la competición durante tanto tiempo te va dando esperanzas de que lo vas a concretar sin necesitar el playoff y subir directamente. El ascenso es obligatorio después de la inversión que el club ha hecho y por la calidad que tienen los jugadores. No era algo que era obligatorio para este primer año, pero por las condiciones, los jugadores que hay y la forma donde está posicionado en este momento pienso que es hasta obligatorio subir a Primera.

- Llega apenas dos semanas antes de empezar la liga y con muchos cambios. ¿Cómo se gana la confianza de los jugadores en tan poco tiempo?

Cuando llegué ningún jugador de los que estaba en la plantilla me conocía. Intenté ser lo más sincero y objetivo posible con ellos. Sabíamos que si no empezábamos juntos en esta liga tan competitiva, íbamos a tener muchos problemas. Los jugadores tuvieron mucha disposición desde el primer día, siendo siempre jugadores de equipo. Eso nos hizo tener fuerza desde el primer día. Y luego, como es lógico, las victorias te van dando la confianza y serenidad para continuar trabajando, más aún sabiendo que es una competición muy dura y larga y que en cualquier momento puedes perder. Hay que estar unidos y puedo asegurar que siempre los jugadores han dado su 100%. Si alguien tiene ese gran valor, es el Almería.

- ¿Qué papel jugó en la confección de la plantilla?

Me pareció una plantilla un poco desequilibrada en algunas posiciones y teníamos un poco de infelicidad teniendo una o dos lesiones en el inicio. Ibiza, por ejemplo, tuvo una lesión muy dura, con seis meses parado. Después también teníamos un problema crónico con Owona. Me pareció que podríamos haberlo hecho mejor en el mercado, haciendo las cosas mejor para salvaguardar la necesidad del equipo para esa posición, pero siempre lo hemos intentado solucionar, los jugadores estaban muy disponibles para cambiar un poco de posición. A pesar de todo, el equipo tenía buenas sensaciones, el grupo era muy bueno. Siempre, siempre con capacidad de trabajo para mejorar el juego colectivo. Eso fue muy, muy importante para empezar tan fuerte y generar confianza, además de crear una ilusión no solamente en el club, sino en toda la ciudad. Almería es sin duda un lugar donde su club es muy importante.

- Se realizaron numerosos movimientos en verano, inteligibles, pero también en invierno, con el equipo segundo. ¿Le sorprendió?

Me sorprendieron más los cambios de enero porque el objetivo inicial del Almería, antes de nuestra llegada ahí, era la permanencia. No se me va a olvidar que justo cuando llegué a la ciudad vi un periódico que publicó cuáles eran los equipos que tenían más probabilidades de bajar de división. ¡Y el Almería era el cuarto favorito para el descenso! Por eso era natural y normal que para luchar por algo más en el campeonato tenía que hacer cambios importantes. Eso nos daba un poco la idea de cuál era la realidad de la liga. Los cambios eran necesarios para poder acrecentar la calidad que el equipo necesitaba. Me sorprendieron un poco más los de enero porque con la estabilidad que el equipo había demostrado durante toda la primera mitad del campeonato no necesitaba tanto, pero sólo el que está ahí trabajando en el día a día te puede decir un poco más. Ahora, desde fuera y como alguien que ha estado ahí tres meses trabajando y conociendo el grupo y la competición, te digo que me sorprendieron más los cambios de enero. Los de verano fueron hechos para poder luchar por algo más.

- El Almería realizó un inicio espectacular, con 16 puntos de 18. ¿Cree que el trabajo realizado por Óscar Fernández en julio tuvo algo que ver?

Sí, también, es lógico que sí. No vamos a decir que el cuerpo técnico ha llegado y ha hecho milagros. No. El trabajo había empezado y nos quedamos con algunos elementos del cuerpo técnico porque era importante esta transición, como Ricardo o Víctor. Era necesaria alguna transición porque lógicamente se había hecho un trabajo previo. No te voy a decir que los milagreros han llegado y han tocado la varita mágica. Se había hecho antes un trabajo y nosotros fuimos exponiendo nuestras ideas gradualmente, pero parte del buen inicio de liga también es del cuerpo técnico anterior. Ajustamos un poco ahí, no queríamos cambiar radicalmente los hábitos que el equipo tenía, los jugadores estaban habituados y sólo teníamos doce-trece días para empezar una competición.

Ahora bien, muy, muy importante fue la disponibilidad de los jugadores en este nuevo cambio de método e ideas de juego, también de objetivos. Empezamos diciendo que íbamos a luchar por las ocho primeras plazas. Turki dijo públicamente desde el inicio que el primer año era para adaptarse y si teníamos posibilidades, lo intentaríamos. Después de empezar ya había que trabajar para que la oportunidad no fuese el próximo año, sino este.

- Sorprendió que su primer once estuviese formado por jugadores del pasado curso a pesar de las numerosas entradas y salidas. ¿Por qué apostó por ellos?

No solamente eran jugadores que se quedaron, sino también algunos que estaban en plantilla la temporada anterior y no eran tan utilizados porque no habían tenido tantas oportunidades. Yo se las di y ellos contribuyeron grandísimamente para los resultados. Mi forma de trabajar es 'te voy a dar la oportunidad y tú tienes que demostrar'. No te tengo que ofrecer nada, sino que tú tienes que buscarte algo para ti. Yo solamente te doy a dar la oportunidad, el resto depende de ti. Si el equipo va a depender más de ti o no depende de tu trabajo. Y así fue desde el primer día que empezamos hasta el último día. Es la forma en la que veo que tiene que ser un equipo competitivo porque en una liga como la segunda española tienes que tener un equipo competitivo y con varias alternativas que te permitan jugar.

- En ese sentido, el pasado lunes Owona decía lo siguiente: "Con Pedro Emanuel si no estabas bien, no jugabas. Le tengo mucho aprecio porque es un señor muy justo. Es el mejor entrenador que he tenido nunca".

Lo intento ser, no sólo con mis jugadores, que son personas muy, muy importantes para mí, sino también por los aficionados que tenemos y el club que nos paga. Ese es un principio de vida que tengo y lo transmito todos los días. Mucho trabajo, mucha exigencia en lo que hacemos, además de tener siempre respeto por el grupo y por la forma de trabajar. Agradezco las palabras simpáticas de Owona, que ha sido uno de los sacrificados porque muchas veces ha jugado no en las mejores condiciones físicas por sus molestias, pero siempre con una sonrisa en los labios. Yo le decía 'ok, vamos a intentar controlar eso' y él, con su sonrisa, me decía 'vamos, vamos a tope, hay que ir a la lucha'. Es así. Ese es el espíritu de los campeones.

Estoy orgulloso de haber trabajado en Almería porque nunca se ha perdido la cara, siempre el equipo ha jugado y siempre había una cosa muy, muy importante: disponibilidad para jugar, jugasen o no jugasen. Y para mí eso es de tener carácter. Si algo he encontrado en este Almería ha sido jugadores de carácter, con gran humildad de querer aprender y mejorar, sabiendo sus limitaciones. Eso me ha sorprendido de manera positiva. Owona es un caso más que flagrante de la capacidad de sufrimiento y de la voluntad de de querer jugar.

- Una de las señas de identidad del Almería de Pedro Emanuel era su solidez defensiva. ¿Cómo hubiese evolucionado el equipo?

El plan era muy simple. Nosotros teníamos que ser muy compactos y muy fuertes en los momentos sin balón porque sabíamos que había calidad suficiente arriba, teniendo posibilidades de marcar ante cualquier rival. Eso siempre ha sido un foco muy importante. Nos dio confianza para lo que venía después, nos dio fluidez y la idea del equipo que podríamos hacer durante la competición: muy sólidos, muy solidarios en el momento sin pelota y después disfrutar cuando la teníamos. Sabíamos que éramos muy fuertes en el contragolpe. Tras robar la pelota teníamos jugadores con gran experiencia y capacidad para concretar las oportunidades. Ese fue el punto de partida. Después hay que evolucionar porque los equipos empiezan a conocerte y tienes que ir cambiando. Con los cambios vas a ganar, pero también a perder. Por eso lo importante es ir sumando puntos al ser una competición tan larga. Fuimos haciéndolo, unas veces más bien, en otras no tan bien, pero siempre con una idea concreta de sumar algo en los partidos, con preferencia por los tres puntos; si no se puede, pues uno.

- ¿Qué influencia ha tenido Mourinho en su modelo de juego?

Tiene esta influencia que te he dicho ahora. Cuando miras un conjunto de jugadores tienes tus ideas propias, pero también la capacidad de ser realista y objetivo en la búsqueda de lo que puede hacer tu equipo y tus futbolistas. Quizás no puedes hacer lo que te gustaría en un determinado momento, sino lo que tienes y lo que puedes hacer en el mismo. Eso me ha enseñado desde siempre: ser más objetivo, ser más exigente, siendo realista a la vez en aquello que podemos concretar.

- Esa es la influencia de Mourinho. ¿Y la de ser campeón de Europa cómo se traslada al banquillo?

Te voy a decir una cosa muy, muy importante porque probablemente poca gente vaya a estar atenta a estos pormenores, que son 'pormayores'. El año antes de ganar la Champions League, logramos la Copa UEFA, lo que ahora es la Europa League. Esas dos temporadas jugamos de forma muy diferente. Esa es la evolución de un entrenador, esa es la evolución de un equipo. El año en el que ganamos la UEFA jugábamos en 4-3-3, con un pivote defensivo, dos medios interiores, un punta y dos extremos. En el año que ganamos la Champions jugábamos con un 4-4-2 en rombo, con dos medios interiores, un mediapunta y dos puntas. Eso me dice mucho de lo que es un buen entrenador, alguien que sabe buscar algo más de sus equipos. Ha sido algo que Mourinho me ha enseñado, con ideas que coges.

- Ese Oporto mítico que se corona contra el Mónaco en Alemania quizás le representa mucho por lo que habla: el colectivo por delante de lo individual, el constante cambio, jugar quien de verdad se lo merece, el hombre por delante del nombre...

Sí, sí. El primer año jugué muchísimo y el segundo había dos centrales que hicieron una época fenomenal [Carvalho y Jorge Costa] y yo jugué poco, pero para mí fue una delicia, un placer, un orgullo porque todos los días aprendí mucho jugando y no jugando. Aprendí esa capacidad de mirar el juego de una forma diferente. Siempre quise mejorar, mirando un equipo, como has dicho, mítico. Jugábamos muy fuerte, con ese sentido de solidaridad, de enjundia de equipo grande, que sabe lo que quiere y lo que tiene que hacer. Todos sabíamos lo que teníamos que hacer. El mismo Deco era muy, muy solidario, no sólo con bola, sino a la hora de tener que recuperar el balón.

- Todos los que le hemos dado patadas a un balón nos imaginamos alzar una Champions, Eurocopa o Mundial, pero casi nadie lo vive. Usted sí tuvo la suerte. ¿Qué se siente al ser campeón de Europa?

Mira, es algo que me fui siendo consciente años después. En el momento fue grandísimo y una alegría. Pero como éramos muy, muy fuertes no lo valorábamos así. Pasando unos años y mirando para atrás, me di cuenta de la dimensión de ese equipo, que consiguió hacerlo con rivales grandísimos. Ayer [por el miércoles] vi un partido fantástico. En la fase de grupos tuvimos al Real Madrid, Partizan y Marsella. En nuestro primer partido fuimos a Belgrado y después recibimos al Real Madrid. Perdimos 1-3, hicimos un buen partido, pero perdimos. Eso no impidió que fuésemos campeones europeos porque teníamos la capacidad de competir con los equipos grandes, concretando un sueño que muchos jugadores quiere tener, pero no pueden. Fue un placer enorme que no voy a olvidar nunca.

- ¿Le sorprendió su marcha del club al estar en segunda posición?

Creo que sorprendió a toda la gente. Son decisiones que tengo que aceptar y respetar porque la misma puerta por la que entro en algo en la vida es la misma por la que salgo. Eso hago en todos los sitios y clubs donde voy. Por eso respeto y acepto la decisión. Yo me quedo donde me quieren. Ha sido la salida en la que menos he entendido el porqué. No puedes decir que es por los resultados al estar en ascenso directo, es inexplicable. No hubo una explicación lógica. Si me quieres decir que ha sido una decisión de quien manda, es lógico que sí. Me quedé muy triste por el club y por los jugadores porque teníamos una relación muy, muy buena. Les enseñé mucho, pero fue muy corto porque pienso que todo aquello que era lo mejor estaba por llegar y no pudimos concretarlo junto.

Pero me quedo con que es un club fantástico, con personas fanstásticas, un grupo de chicos muy unido y una ciudad que me encantó. Con los aficionados, igual. Es lógico que cuando todo corre bien y vas a ganar, es todo muy bonito, pero siempre he sentido un cariño enorme de todos, desde el primer día y eso que no es fácil que un día tienes un cuerpo técnico y al siguiente un dueño compra el club y mete a otras personas, pero desde el primer día me he sentido muy querido. Mi gran desilusión ha sido no estar hasta el final porque creo que el trabajo empezó bien para terminarlo, pero ahora, pasados unos meses y reflexionando con calma, te digo que ha sido una tristeza grande para mí aunque la vida continúa. Deseo lo mejor para el Almería, no va a ser fácil si el campeonato se termina, pero esta pausa va a favorecer que el equipo se prepare y concrete el ascenso.

- ¿Le dieron alguna explicación del porqué de su destitución?

No, solamente que lo que buscaban no estaba aconteciendo. Cuando es así, no hay nada que hacer. Como te he dicho, yo me quedo en los sitios donde me quieran. Si no me quieren, es muy simple: me marcho y se acabó. No hay que buscar algo más. Creían que teníamos que buscar otro tipo de resultados, buscar algo más. Después del inicio que tuvimos, creamos ilusiones y el buen trabajo que has hecho es tu responsabilidad. ¿Qué te digo más? No puedo decirte más porque hay que ser mínimamente equilibrado. No he hablado antes porque me sentía un poco triste al notar que teníamos las condiciones para juntos continuar. Cuando digo 'juntos' me refiero a jugadores, club, aficionados... El ambiente era fenomenal, muy positivo, y eso es muy importante para que pasen cosas buenas.

- ¿Quién le dijo que no continuaba?

Es simple. El dueño ha tenido una persona que es un delegado...

- ¿Mohamed?

Mohamed me comunicó que nuestra relación ya había terminado. Nuestra reunión o charla duró cinco minutos. A partir del momento... Mira, si quieres hablar de cosas concretas, nos ponemos a hablar, charlamos sobre cosas concretas, pero cuando tienes una idea fija en tu cabeza no hay nada más que hablar. Es seguir y punto.

- ¿Cómo es su relación ahora con Turki?

Normal, normal. No tengo más. Ha terminado una relación profesional. Después de terminar, me llamó. Para mí no fue normal, pero en el mundo del fútbol a veces tienes que ligar con estas cuestiones. Nunca he confundido una relación personal con una profesional. Por eso está todo tranquilo. Es lógico que cuando me lo dijeron no me fui sonriendo, pero han sido correctos conmigo desde siempre, yo lo he intentado hacerlo lo mejor siempre y nada más, hay que seguir.

- ¿Sigue la actualidad del Almería?

Al principio no porque me quedé una o dos semanas en Almería para tratar unas cosas. Luego viajé por España para conocer algunas ciudades que me encantan. Cuando vine, viajé para el extranjero para una situación profesional que no se concretó y decidí a esperar. A partir del partido contra el Cádiz sí porque tenía más tiempo y estaba más tranquilo en Al Ain, pero normalmente no lo hago. Me quedo con la imagen bonita de grandes profesionales del club y deseo lo mejor para el Almería, que, lógicamente, es conseguir el ascenso este año. Hay que seguir y tengo la certeza de que volveré a la ciudad porque dejé amigos, no solamente en el club, sino también en la ciudad. Eso para mí es lo más importante.

- ¿Le hubiese gustado haber tenido a Darwin en su mejor nivel?

Sí, sí, pero no es una ninguna sorpresa. Lo buscamos para la plantilla porque vimos que tenía cualidades por encima de la media. Simplemente no tuvo tantas oportunidades en el inicio porque se fue con su selección, se lesionó y tuvimos que recuperarlo. No es sorpresa. A Darwin lo fuimos a buscar y lo fichamos para hacer lo que está haciendo. Es un jugador que viene de Uruguay, pero lo conocíamos y sabíamos que podía acrecentar el equipo. Tampoco vas a esperar que un jugador que viene de fuera y que tiene 20 años dé su 100% de nivel y calidad en dos semanas. No. Tenemos que tener un poco de paciencia también, darle las condiciones para que se sienta cómodo y que rinda el máximo. Sé de su calidad y estoy contento al ser un fichaje en el que invirtió el club y que dará su resultado. Es un chico con mucha voluntad de vencer y de trabajar muy grande. La calidad la tiene.

- ¿Qué jugador del Almería cree que llegará más lejos en unos años?

Tienes ahí muchos jóvenes con calidad. Eso sí, no basta sólo con la calidad para tener éxito, hay que tener también la mentalidad. Para mí hay varios jugadores que me sorprendieron grandísimamente para positivo. Uno de ellos es Juan Muñoz porque es un matador. Lo conocía del campeonato, pero no personalmente. Tiene una actitud muy competitiva. También hay otros que pueden volverse mejores, como Lazo, Vada... Son jugadores que tú miras sabiendo que tienen capacidad y personalidad. La calidad la tienen y ahora hay que demostrar algo más para otro nivel, nivel de Primera, digo.

- Ha destacado a Juan Muñoz, el mismo que ficharía Owona si tuviese que formar un equipo.

Lo tiene todo: la humildad de querer ser mejor, la humildad de respetar el trabajo... Y cuando tienes futbolistas que sabes que van a trabajar igual jueguen o no, buscando oportunidades para demostrar que son importantes para el equipo, futbolistas que respetan a sus colegas y que lo hacen siempre al 100%, te da tranquilidad. Juan es un grandísimo profesional, con una actitud muy, muy grande, pero también tenemos muchos más ahí. El Almería es una de las mejores plantillas que he entrenado, con mayor capacidad profesional y capacidad para mejorar. Ese entusiasmo es importante para cualquier entrenador. Por eso también estoy desilusionado, al no continuar ese trabajo. El trabajo de los entrenadores es hacer a los jugadores mejores

- ¿Qué ha aprendido de su paso por Almería y la segunda división española?

Una cosa muy, muy importante: en el fútbol ahora los resultados se miran día a día, por lo que en una competición como la segunda liga en España que es tan larga, tienes que tener mucha capacidad de trabajo, paciencia y seguridad en todo lo que vas a hacer. Ese tiene que ser el pensamiento para poder concretarlo al final. En el fútbol se está quitando el trabajo que se hace bien por esa falta de paciencia, sin realizar un análisis del presente y, lo más importante, de tu futuro.