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LEGANÉS

Incógnitas de la tercera reconstrucción de Aguirre

La salida de Braithwaite obligará al entrenador del Leganés a reformular por tercera vez su equipo. Primero fue con su llegada y después, con el adiós de En Nesyri.

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Incógnitas de la tercera reconstrucción de Aguirre
JESUS RUBIODIARIO AS

Javier Aguirre tendrá que afrontar en las próximas semanas su tercera reconstrucción del Leganés y lo hará con más incógnitas que nunca. También con más obstáculos que nunca. La salida de Martin Braithwaite rumbo al FC Barcelona es un problema mayúsculo que deja al equipo tocado no sólo en ataque, sino que hace replantearse todo el sistema. Desde la modificación de un dibujo que hasta ahora siempre ha pivotado sobre la defensa de cinco hasta la elección de qué hombres deberán (tratar de) suplir la aportación ofensiva del internacional danés.

El asunto es serio, más si cabe porque a Aguirre se le agotan los recursos y las variantes. "Se me acabaron los conejos en la chistera. Vamos a jugar con lo que tenemos y vamos a pelear como unos animales", comentó el propio Vasco el viernes preguntado por su capacidad inventiva a la hora de reformular a jugadores en puestos que no son los suyos, como ha pasado con Silva, Kevin Rodrigues, Bustinza, Ruibal o el ya blaugrana Braithwaite.

Primera y exitosa reconstrucción

Eso, inventar soluciones, ha sido lo que ha venido haciendo el mexicano desde que llegó a Leganés. Ahí fue cuando comenzó su primera reconstrucción, cuando tuvo que acelerar el paso de un equipo que cogió con sólo cinco puntos en 13 jornadas. Y pese a los problemas fundamentalmente en forma de lesiones, Aguirre rearmó a los suyos. Primero, en lo anímico. Después, en lo futbolístico. 

Anclados al 5-3-2, y pese a no contar durante casi dos meses con Siovas, el entrenador dio continuidad a un modelo que en los primeros seis partidos de Liga sumó nueve puntos. Con Silva reconvertido a central zurdo y Braithwaite y En Nesyri en punta, el Lega remontó el vuelo. Su fútbol fue una mezcla de atrevimiento con seguridad atrás. Sólo fallaba el balón parado, pero la imagen mejoró notablemente. El Leganés se encontró en su lado más reconocible.

La segunda reconstrucción: adiós a En Nesyri

Pero entonces llegó la salida de En Nesyri justo en la previa de un derbi que terminó con goleada amarga (0-3) y la obligación de una nueva reconstrucción ya sin el marroquí en sus filas. La pérdida del ariete dejó al Leganés sin un argumento ofensivo de enorme peso, así que, ante semejante panorama, Aguirre decidió que lo mejor era blindar al equipo para, primero, garantizar la meta a cero y, después tratar de hacer daño con Braithwaite en punta.

El equipo pasó entonces a jugar con 5-4-1, con el danés como única referencia y una medular más amurallada: Kevin Rodrigues, Recio y Eraso comenzaron a ser intocables en el medio con el único fin de tratar de garantizar, al menos, un punto en cada partido. Y así lo consiguió frente a rivales difíciles como Atlético y Betis. Contra la Real Sociedad incluso se ganó (aunque aquel partido iba rumbo al empate) y frente al Levante, precisamente con una alineación más ofensiva, se cayó.

Un planteamiento que, sin embargo, ahora ya sin Braithwaite, deberá reformularse. Porque en Vigo Aguirre trató de repetir la idea de un equipo sólido pivotado alrededor del 5-4-1, pero no consiguió cuajar un buen partido, sobre todo en ataque, donde sólo hubo dos tiros entre palos: uno de Kevin Rodrigues y otro de Eraso. Los cambios ofensivos no dotaron al equipo de mordiente y ablandaron la defensa. De ahí las incógnitas de este Leganés que, para el tramo final de temporada, deberá reinventarse otra vez si aspira a intentar, al menos, seguir vivo y con opciones en los últimos partidos del curso.