1x1 del Barcelona: doblete de Griezmann y brillante Ansu Fati
El delantero francés dribló la tragedia gracias al doblete que firmó ante el Ibiza, en un partido muy mediocre de los hombres de Setién.
Neto: Sigue sin dejar la portería a cero en todas sus apariciones. Pudo hacer algo más en el gol de Javi Pérez, aunque le pudo despistar un poco que el balón rozara en Caballé. Un palo de Raí evitó la tragedia, aunque luego realizó una gran parada in extremis. Tuvo una mala caída en la segunda parte en un despeje que estuvo cerca de dejarle fuera del partido. Sigue sin convencer ni dar seguridad bajo los palos.
Sergi Roberto: Se le vio muy impreciso e incómodo jugando como central. Le puso corazón y rabia a sus acciones, aunque el terreno de juego tampoco le ayudó en demasía en su juego. Setién tendrá que inventarse otro recurso cuando necesite tres centrales.
Lenglet: El francés está mal. Sin contundencia y sin recursos, su juego es un cúmulo de despropósitos. Estuvo cerca de comerse un segundo gol del Ibiza por culpa de su fragilidad en el cuerpo a cuerpo.
Junior: El lateral dominicano no mejora ni con la presencia de un entrenador que le conoce perfectamente. Pésimo en defensa y espeso en ataque. Cada día demuestra más que no tiene nivel para jugar en el Barça.
De Jong: Su peor partido como blaugrana. Y eso que suya fue la asistencia para que Griezmann lograra el empate. Un pase prodigioso, todo hay que decirlo, rompiendo de una tacada la telaraña defensiva del rival. Fue el único brote verde en un partido para olvidar. Está claro que para un jugador de su talento ni el escenario ni el terreno eran idóneos.
Semedo: Totalmente perdido en la primera parte al no encontrar acomodo como interior derecho. En la segunda mejoró prestaciones, ya que buscó más la profundidad por la banda.
Rakitic: Partido para olvidar el del croata que parece estar pidiendo a gritos un traspaso. Es verdad que fue el primero que intentó mirar la portería rival con un remate alicaído en el minuto 67. Setién decidió cambiarlo ante tanta inoperancia.
Riqui Puig: Nefasto a todos los niveles. Es cierto que no se le puede señalar a un jugador que hace ocho meses que no es titular en el primer equipo y que el escenario tampoco ayuda para exhibir el talento, pero también es cierto que ha desaprovechado una gran oportunidad. Con partidos así le da la razón a Valverde. Fue sustituido por Arthur. Su cara era un poema cuando marchaba del campo, consciente que no le había salido nada en el campo.
Pérez: Mal partido del canterano. Que un delantero se pase medio partido enviando balones atrás es que algo no están funcionando. En parte culpa de Setién que le colocó como segundo falso punta, en una ubicación desconocida para el de Granollers. Fue el primer cambio de Setién.
Griezmann: El artífice de que el Barcelona esté en octavos. Y eso que su partido estaba siendo deplorable, pero el delantero demostró que su eficacia y calidad es el mejor remedio a la mediocridad general. Firmó un doblete que huele a milagro, sobre todo si tenemos en cuenta los méritos que estaba haciendo el equipo en el campo. El primero llegó tras una gran asistencia de De Jong y que aprovechó con un remate preciso al primer palo y el segundo, cuando todo el mundo pensaba en la prórroga, con un remate cruzado tras un gran pase de Alba.
Ansu Fati: Superlativo. De lo poco que se salvó en el partido contra el Ibiza. En la primera parte no le salió nada, pero en la segunda cogió el equipo a sus espaldas y empezó a asumir responsabilidades en el ataque, monopolizando el juego ofensivo. Fue la mejor referencia en ataque, partiendo siempre desde la derecha. Le hicieron un penalti de libro.
Cambios
Alba: Entró en el minuto 50 y puso orden y concierto a un equipo totalmente desconcertado. Se colocó como extremo izquierdo y aportó equilibrio, profundidad y verticalidad. Suya fue la asistencia del segundo gol de Griezmann.
Arthur: Mejoró las prestaciones con el balón del equipo en el equipo que hasta entonces eran muy deficitarias. Entró por Riqui Puig en el minuto 71.
Vidal: El chileno aportó lo que mejor sabe hacer: intimidar.