Rudi García se enfrenta al infierno de Marsella

Mañana no es un día cualquiera en Marsella. El Velodrome acoge el "derbi de los Olympique" que enfrenta al OM y al OL, uno de los partidos con más rivalidad del fútbol francés y caracterizado siempre por tener una intensidad y una emoción por encima de lo normal.

Por primera vez en mucho tiempo, el principal aliciente del partido no lo pondrán los 22 jugadores, sino los banquillos. Rudi García, que hace cinco meses era entrenador del Olympique de Marsella, vuelve al Velódrome como entrenador del Lyon, una "traición" que no olvidan los hinchas del OM, que mañana le recibirán con una sonora pitada.

La última vez que ocurrió una situación similar fue en 2015. Mathieu Valbuena, ídolo en el OM y al que incluso le retiraron el dorsal 28, volvió a Marsella con la camiseta del Lyon. El encuentro se tuvo que parar durante varios minutos por lanzamientos de objetos al mediapunta, al que incluso le dedicaron una pancarta en la que se veía al futbolista ahorcado.

Jugadores del OM no han dudado en criticar a Rudi García e incendiar más si cabe la previa del encuentro. Payet, al que tuvo Rudi en el Lille y en el OM, ha comparado a Villas-Boas y a su antiguo entrenador: "Por fin tenemos un entrenador que habla con los jugadores de corazón, no dice unas cosas y luego no las cumple", a lo que Rudi García horas después no quiso responder.

Mañana, cuando ruede el balón a las 21h en el Velódrome, los focos estarán puestos en el recibimiento de la hinchada del OM a Rudi García. En Marsella hay un mandamiento y es el de que no puedes irte ni al PSG ni al Lyon si sales del club. Rudi, que ha intentado desviar la atención en rueda de prensa elogiando a los dirigentes del OM, es consciente de que mañana va a tener la peor de las acogidas de su longeva carrera como entrenador