Isco ya es inexistente
El malagueño, que sólo ha sido titular en dos encuentros de los cinco en los que ha participado, pierde fuelle para Zidane; ante el Betis ni siquiera saltó a calentar.
Lejos quedan las palabras de Zidane en su primera rueda de prensa nada más ser nombrado entrenador de la primera plantilla del Madrid en enero de 2016: “Isco y James serán muy importantes. Son dos jugadores formidables. Vamos a ver cómo lo hacemos”. En la actualidad, cuando faltan algo más de 60 días para que se cumplan cuatro años de la primera presentación de Zizou como entrenador de la primera plantilla del Real Madrid, esos dos jugadores atraviesan momentos convulsos en la Casa Blanca. Mientras James se recupera de unos problemas físicos, Isco ha desaparecido del mapa. Peor: se ha vuelto inexistente a ojos de Zidane, su otrora valedor.
El malagueño, que sufrió un parón al comienzo de la temporada (sufrió una lesión muscular en el bíceps femoral derecho) que le ha mantenido parado durante el pasado mes de septiembre, apenas ha participado en 186 minutos de campeonato de Liga (una media de apenas 37 minutos), repartidos en cinco apariciones con la camiseta blanca (todas ellas en el campeonato de Liga). Sólo ha sido titular en dos encuentros: ante el Valladolid en el Bernabéu (1-1) y ante el Mallorca en Son Moix (derrota por 1-0), siendo sustituido en ambos. En los otros tres restantes (Celta, Granada y Leganés), arrancó desde el banquillo. Ante el Betis se quedó en el banquillo… Precisamente, ante el conjunto verdiblanco entró por la puerta grande en agosto de 2013: en la primera jornada de Liga asistió a Benzema en el primer gol de los blancos en Liga, y a falta de cinco minutos para el final, aprovechó un formidable centro de Marcelo para marcar el gol de la victoria. Era el día de su debut con la elástica blanca en el Santiago Bernabéu.
Sus flojas actuaciones ante el Valladolid, y sobre todo, ante el Mallorca (curiosamente sus dos únicas titularidades) le han puesto en el disparadero. En el club esperaban que el malagueño diese un paso al frente después de un horroroso tramo final de la pasada Liga. No sólo de él, sino de todo el equipo. Sin embargo, la pasividad que mostró en la jugada del gol balear, obra de Lago Junior, acabó por dejarle sin posibles respuestas y/o defensas. Ante el Leganés saltó al campo cuando el partido estaba finiquitado por la contundencia en el marcador (señalaba un rotundo 4-0), aunque fue el punto originario del último tanto blanco, obra de Jovic. Ante el Galatasaray (miércoles 6, 21:00 horas, Movistar Liga de Campeones) deberá enderezar su rumbo: ante los turcos marcó en su estreno en Champions con el Madrid en Estambul… algo que también logró en el Bernabéu…