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GALATASARAY - REAL MADRID

Final en el infierno

Una derrota del Madrid le dejaría casi imposible el pase a octavos. La misión se le complica a Zidane: Modric y Bale son baja por lesión.

EstambulActualizado a
Final en el infierno

La final de la Champions de 2020 será en Estambul, pero el Real Madrid tiene otra final anticipada, mañana, en la ciudad inmortal que une Europa con Asia. Para el equipo blanco, ganar al Galatasaray supone el ser o no ser. Encara la tercera jornada de la fase de grupos como último del grupo con un solo punto y una derrota en Turquía pondría el pase a octavos más en manos de la aritmética que en las del conjunto de Zidane...

Quedarse fuera a las primeras de cambio sería un desastre sin precedentes. Desde que la Copa de Europa tiene este formato de fase de grupos, en 1993, el Madrid siempre que la jugó la ha superado. Pero para Zizou, la misión turca subió ayer incluso un grado más en la escala de dificultad: tuvo que dejar fuera de la expedición que aterrizará hoy en suelo otomano (14:00 horas) a Modric y Bale, aún no recuperados de sus lesiones.

El animoso ambiente turco, siempre al filo de la navaja entre el fanatismo y el descontrol, aumentará la presión. El récord de asistencia al nuevo Ali Sami Yen lo tiene el propio Real Madrid desde 2013 (52.044 espectadores) y mañana se espera una cifra que se le aproxime pese a que las entradas no son económicas. La más barata (27€ al cambio) supone el sueldo de dos días para un trabajador turco con el salario mínimo, una retribución con la que vive más de un tercio del país.

El Real Madrid llegará a una ciudad partida en cinco, los clubes que tiene Estambul en la Süper Lig (Galatasaray, Besiktas, Fenerbahçe, Istanbul BB y Kasimpasa), pero en la que es mayoría el Cimbom, el rival madridista. El pasado sábado muchas cafeterías, el microcosmos de la vida social turca, cambiaron el canal del Ankaragücü-Besiktas al partido del Madrid en Son Moix para comprobar el momento de forma del equipo blanco. Incluso aficionados con camisetas madridistas se dejaron ver, con tertulias entre rondas y más rondas de çay, el popular té turco. "Necesitamos a Falcao, con él ganaremos", dice en rudimentario inglés uno, que se revela con el corazón rojo y naranja del Galata. "Este Galatasaray no tiene nada que hacer, va a ser una masacre", le replica un amigo, fanático del Fenerbahçe.

De lo que pocos dudan es de que el Ali Sami Yen es la espada que blandirá el Galatasaray. Inmisericorde en Turquía (41 partidos invicto como local), débil en Europa. En sus tres últimas participaciones en la Champions no le hincó el diente al Atlético (0-2), Oporto (2-3) ni al PSG hace tres semanas (0-1) y su técnico, Fatih Terim, El Emperador, está cuestionado.

A Terim, el sufrido 3-2 al Sivasspor del pasado viernes le supuso un balón de oxígeno, un lujo que no tendrá Zidane. El 1-0 en Mallorca vuelve a ponerle entredicho, sus números en Liga desde que volvió (50% de triunfos) son peores que los de Solari (70,5%) y Mourinho anda suelto... Estambul es una final ya en octubre para el Madrid y para Zizou.