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SUECIA

Henrik Larsson, cansado de los insultos de su afición, dimite

El exdelantero del Barcelona era el técnico del Helsinborgs de la primera división de Suecia. "No pondré más energía en idiotas" declaró.

Actualizado a
FC Barcelona's Swedish striker Henrik Larson holds his knee in pain during the Spanish League match FC Barcelona vs Real Madrid at Camp Nou stadium in Barcelona, 20 November 2004. Barcelona's striker Larsson will be out of action for six months
STRAFP

Henrik Larsson ha terminado su etapa como entrenador del Helsinborgs y no ha sido por decisión de la directiva ni por tener una oferta mejor. El ex del Barcelona ha decidido dejar su cargo en el banquillo por los ataques verbales que recibía constantemente por parte de su propia afición. El técnico había tenido buenos resultados, de hecho cogió al club en puestos de descenso y lo deja decimosegundo puesto, dos puntos y dos puestos por encima del play off de descenso. Sin embargo, los aficionados no han olvidado los conflictos que tuvieron con él y con su hijo en 2016, más todavía tras la eliminación copera, y Larsson ha decidido abandonar.

El club ha anunciado esta mañana, mediante un comunicado oficial, que Larsson abandonaba el club porque "no ha soportado los ataques verbales". Advierten de que investigarán los hechos y llegarán hasta el fondo del asunto, a la par que condenan los ataques recibidos por su hasta hoy entrenador. El Helsinborgs ha aclarado que no hay nada deportivo detrás y es una decisión expresamente del exdelantero.

Larsson, en declaraciones para los medios suecos, ha asegurado que no tiene ningún problema en asumir y escuchar las críticas, pero no admite que vayan más allá: "Cuando se convierten en ataques personales y te llaman lo uno y lo otro… entonces todo desaparece. Estoy haciendo esto porque amo el fútbol. Cuando esto pasa, recibes energías negativas. Deja de ser divertido".

El sueco llegó a recibir amenazas a través de las redes sociales, algo que tristemente se está volviendo habitual. No obstante, no denunciará a la policía. "Creo que no debería hacerlo. No pondré más energía en los idiotas que elijan lidiar con la decepción de esta forma. Si lo denuncio y la policía detiene a alguien, tendría que personarme y no tengo tiempo para ello. Tampoco lo deseo. Es importante que los clubes defiendan a su personal y a sus jugadores en el futuro", sentenció.