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BARCELONA

De Jong ya es tendencia

Nadie tocó el balón más que el holandés (92) ante el Nápoles y nadie lo pasó más (78) con un 92,3% de acierto desde la posición de '4' que es propiedad de Busquets.

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De Jong ya es tendencia

Nadie tocó el balón más que Frenkie de Jong (92) ante el Nápoles en Michigan y nadie lo pasó más (78), con un 92,3 por ciento de acierto. Después de unos partidos de adaptación en los que también por momentos estuvo lejos de su posición ideal, el holandés se hizo dueño de la primera parte ante los italianos en el Michigan Stadium desde la posición de '4', ese dorsal con el que Cruyff, empezando por Milla, numeró a sus metrónomos, especialmente a Guardiola, y que años después encontró a un icono como Busquets que, más de una década después de su debut, sigue en lo alto.

Pero Sergio Busquets ya no es indiscutible. De Jong ha caído de pie entre los barcelonistas. Su espectacular Champions con el Ajax, eliminación del Madrid incluida, ya generó una simpatía espontánea que se multiplicó porque ya era jugador azulgrana oficialmente y porque dijo sí en enero despreciando otras ofertas y sin jugar con su valor de mercado, como si hizo meses después Matthijs de Ligt antes de fichar por la Juventus. Su sonrisa, su llegada con la afición en sus primeros días, el hecho en principio irrelevante de parar a firmar autógrafos en la Ciutat Esportiva, y su devoción sincera por estar en el Barça, le ha convertido en un futbolista popular. La herencia cruyffista y ese hilo invisible que une afinidades entre Holanda y Barcelona le han ayudado, sin duda. Ahora mismo, Frenkie de Jong es una tendencia y, al contrario que en el caso de Arthur, amenaza con no ser una tormenta de verano. De Jong tiene estilo, pose, jerarquía y mucho fútbol.

El asunto delicado aquí es a quién se puede llevar por delante esta moda De Jong. Además de no ser un jugador ya en los estertores de su carrera y que todavía es indiscutible en la Selección, Sergio Busquets es una de las imágenes del Barça más triunfador de la historia, reconocible en todos los grandes momentos del equipo de los tridentes, del sextete con Guardiola. Icono de esa regularidad que le ha permitido ganar al Barça ocho Ligas de once. El tiempo está cada día más cerca de atraparle pero en ningún caso parece un jugador en el momento de cerrar su etapa en el Barcelona. Cómo coordinar el efecto De Jong con la sabiduría de Busquets, sus cualidades únicas en el campo y su importancia en el vestuario, donde ha sido clave en la estabilidad del equipo, es un trabajo de Valverde. Es obvio que el foco a día de hoy se gira a De Jong por la frescura y la irreverencia que transmite. A falta de probarlo en partido oficial, puede sospecharse que el Barça será un equipo más dinámico con él y, por su precio y por el estatus que ya tiene tan joven, en la lista de 10 candidatos a mejor jugador del mundo del año y con un precio de 75 millones de euros (más once en variables), De Jong pinta a titular indiscutible.

San Mamés dará una pista de cómo quiere Valverde gestionar este asunto. Si junta a Busquets y adelanta a De Jong, lo más probable, respetará los galones del capitán, algo seguramente justo por los años de servicios prestados en el club. Pero en cierto modo limitaría las posibilidades de explosión de De Jong, que ha demostrado sentirse más cómodo en esa posición de mediocentro. Una opción que parece remota porque no ha sido probada por Valverde es la del sistema 4-2-3-1. Bajo ese dibujo, el holandés se salió la temporada pasada en el Ajax con Schöne como centrocampista ancla y De Jong con libertad de movimientos. Con futbolistas como Busquets y Rakitic en la plantilla, es una opción viable, pero que limitaría más aún la presencia de centrocampistas en el equipo. Y hay muchos. En todo caso, se trata de un debate apasionante.