Ferreyra, Dídac y Vargas: exhibición dedicada a Jarque

Casi todo es efímero. Desde el verano hasta los ídolos, como un Borja Iglesias anoche perico y que pronto puede ser bético, o un naciente Vargas. Incluso la vida (por mucho que la camiseta se empeñe en disfrazarla de rosa), como se demostró hace diez años con Dani Jarque. Y los goles. Pero esos dos últimos factores pueden juntos perdurar en el tiempo. Con los índices señalando al cielo festejó el Espanyol sus tres goles en el Swisporarena, en la ida de la Q3 de la Europa League, que le acercan a la fase de grupos.

Se posicionó bien el Luzern de entrada para recuperar y buscar en las contras a Ndenge y a Eleke. Y poco más. Visto el percal, tomó el control un Espanyol cada vez más reconocible, con el único cambio de Lluís por Bernardo y persistiendo en Pedrosa por delante de Dídac. El 0-1, no obstante, llegó por la otra banda, en un movimiento de ruptura de Melendo que dejaba para que Ferreyra empujara con la testa. Infalible el 'Chucky', con seis goles en cinco partidos.

Solo un embrollo en el área le pudo valer a Kakabadze y Demhasaj para igualar antes de que se lanzara el Espanyol en busca de la sentencia que encontró, tras las paradas de Müller ante Borja y Pedrosa, en un zurdazo de Dídac al primer palo.

Al dominio perico solo le faltaba la entrada de Darder, Wu Lei y Vargas, éste en su debut oficial, para revolucionar una eliminatoria que sentenció el 'Monito' en un golazo por la escuadra, después de trazar una diagonal muy característica. Llegarán Luzern y Espanyol a Cornellà, a una vuelta con visos de trámite. Seguramente efímero.