El Hoffenheim de los 100 M€

Julian Nagelsmann dejó el Hoffenheim este verano para iniciar una nueva etapa en Leipzig, pero la labor del que fue su entrenador durante cuatro temporadas sigue y seguirá notándose en la pequeña localidad de tan solo 35.000 habitantes al suroeste de Alemania. Solo hay que tener en cuenta las ventas del club, que esta temporada pueden sobrepasar los 100 millones de euros por primera vez en su historia. Formar o comprar barato para vender caro, ésa es la filosofía que está manteniendo una entidad diferente de la Bundesliga.

Ya se alcanzaron los 57,5 kilos con tan solo dos ventas. El Borussia Dortmund ingresó un total de 25,5 millones de euros en las arcas del Hoffenheim por el lateral izquierdo Nico Schulz, mientras el Bayer Leverkusen decidió pagar 32 por los servicios del centrocampista Karim Demirbay. Amiri también está a punto de ser traspasado al conjunto de las aspirinas, pero la venta más cara en la historia del club está por llegar. Parecía casi imposible superar los 41 millones que el Liverpool pagó por Firmino cuatro temporadas atrás, pero el Newcastle está dispuesto a tirar la casa por la ventana con Joelinton.

El decimotercer clasificado de la pasada edición de la Premier League ofrece 53 millones por el delantero brasileño y se espera que la operación se lleve a cabo en los próximos días. Para el Hoffenheim, que invirtió tan solo dos de los 41 kilos que recibió por Firmino en 2015 para contratar a Joelinton, en aquel entonces un delantero desconocido de 18 años que militaba en las filas del modesto Sport Recife, sería la venta más cara de la historia. Eso sí, no parece querer reinvertir. De momento solo fichó a Bebou del Hannover por 8,5 y a Adamyan del Regensburg por 1,5.

Tampoco hace falta. En el caso de que a Alfred Schreuder, sucesor de Nagelsmann en el banquillo del Hoffenheim, se le antoje algún jugador hay dinero de sobra, pero la renovación con Szalai le da tranquilidad arriba. También están Kramaric y Belfodil. Si fuera por Alexander Rosen, manager del club, el dinero íntegro iría destinado al futuro de una entidad que está obligada a generar alrededor de 15 millones de ganancias por temporada para no endeudarse. La razón es muy simple: en cambio a lo que ocurre en clubes de grandes ciudades como Múnich, Berlín o Colonia, los ingresos del Hoffenheim por camisetas, entradas y abonos son muy escasos. Toca ahorrar.

Después de dar el salto a la máxima categoría teutona en 2008, asentarse en la élite y convertirse en un candidato a las plazas europeas, en Hoffenheim están convencidos de que su filosofía le ayudará a seguir creciendo. “A lo largo de los últimos años hemos ido aumentando nuestro desembolso medio por fichaje. Primero de tres a cinco, luego de cinco a ocho y ahora quizá podamos pagar hasta diez millones por un jugador. Veinte no. Eso significaría traicionar nuestra filosofía y correr un riesgo desmesurado“, explica Rosen. Parece que el tópico del alemán ahorrador es toda una realidad en Hoffenheim.