NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

LUGO

Sergio Gil y Cristian Herrera, cerca del Huesca y Las Palmas

El mediocampista llegaría libre al conjunto oscense, mientras que Cristian Herrera le costaría dinero al conjunto canario, ya que le resta un año de contrato.

Actualizado a
Sergio Gil, jugador del Lugo
PEDRO AGRELODIARIO AS

Con la cercanía del 30 de Junio, fecha en la que se termina a efectos contractuales la temporada, comienzan a percibirse los primeros movimientos en el CD Lugo. Debido a lo ajustado de la situación económica del club, es indispensable que haya salidas antes de que se produzca alguna entrada. A los jugadores cedidos que han retornado a sus clubes de origen se unió la de Juan Carlos que, libre, ya fue anunciado como nuevo guardameta del Girona. Ahora, dos nombres sobresalen respecto al resto y en las próximas jornadas podrían engrosar la lista de abandonos de las filas albivermellas: Sergio Gil y Cristian Herrera.

En el caso del centrocampista aragonés, el club no recibiría ningún tipo de prestación ya que termina contrato. Desde el Lugo se le ha ofrecido la renovación, pero Gil está más inclinado a cambiar de aires y su destino podría ser otro recién descendido a la categoría de plata, como es el Huesca. El conjunto oscense estaría muy interesado en hacerse con los servicios del exzaragocista, que por su parte vería con buenos ojos sumarse a un proyecto a priori más ambicioso.

Es diferente la situación de Cristian Herrera. El delantero grancanario es muy del gusto de la UD Las Palmas, equipo en el que se crió como futbolista. El jugador estaría de acuerdo en volver a la que fue su casa, pero en este caso la UD Las Palmas tendría que rascarse el bolsillo ya que a Herrera aún le queda un año de contrato después de que el Lugo se lo ampliase en el pasado mercado invernal a cambio de que el jugador aceptase una reducción en su sueldo. Ahora, Herrera está en el mercado con un precio inicial que superaría el millón de euros, si bien la realidad apunta a que los albivermellos se avendrían a negociar por una cantidad sensiblemente inferior.