"Los rastreros que tiene Ramírez a su lado son los primeros que le dan por detrás"
El exdirector deportivo de Las Palmas aseguró: "Existe animadversión hacia Ramírez. Que no te digan nada no significa nada porque la evidencia demuestra que las gradas no paran de vaciarse".
El exdirector deportivo de los amarillos, Manolo Torres, ha desvelado que "Miguel Ángel Ramírez me dijo un día que a mí nadie me quiere", pero "no se da cuenta que de lo contrario también existe y que a él nadie le puede ni ver, pero se conforma diciendo que 'nadie se lo dice a la cara'. A mí tampoco me lo decían, y eso que a mí se me dio caña, pero yo no negaba lo evidente. Que no te digan nada en la calle no significa nada porque la evidencia demuestra que las gradas no paran de vaciarse, y eso sí que le debe preocupar. Visto sus formas, a ver quién se va a atrever a decirle nada", ironizó.
Explica que "por mis temas profesionales no soy un blandito, pero entiendo que en estos puestos se te critica si no haces las cosas bien y no te queda otra que tratar de obviarlo para intentar seguir hacia adelante, pero sin negar la evidencia". Opina que "lo que a él le pasa es que los rastreros que tiene a su lado son los primeros que le dan por detrás, pero que son listos y nunca se lo harán por delante. Por eso está alejado de la realidad puesto que es evidente que existe una animadversión personal hacia él, pero no por lo deportivo, sino por otras cosas que son muy difíciles poder solucionar y que se mezclan con la constante caída deportiva".
De la rueda de prensa que ofreció el presidente de los amarillos post temporada entiende que "lo que se invita al que la escucha es a pensar que no ha pasado nada, buscando llevar a la gente donde se quiere y llevar ocultando la verdad. No le niego una cierta habilidad para desviarse de lo importante y quitarle de la memoria al aficionado lo que estaba pensando y de lo que podía ser la realidad. Tampoco le niego la habilidad de responder a las preguntas con muchas palabras que propician que al final termina por no responderlas".
Y añade que la afición "no lo tiene en un pedestal y menos aún lo lleva en volandas porque lo que no se puede tratar de decir que no se ha fracasado estrepitosamente. Este club no es del pueblo, es de un señor tarde o temprano verá que al que más le va a perjudicar todo este desapego es a él y a los que están a su lado. Es un riesgo grande porque aquí prima el negocio los fichajes fueron valores económicos, pero no deportivos, pensando en poder sacarle un beneficio posterior, y así nos fue", sentencia.