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BARCELONA

Una puerta abierta a Neymar

Bartomeu, cerrado a la posibilidad de que el brasileño regresase, podría cambiar la estrategia con la sorprendente declaración de Al Khelaifi.

Actualizado a
Una puerta abierta a Neymar
Paulo Lopes/ZUMA Wire/dpa

Que en el fútbol no se puede elevar nada a la categoría de definitivo podría alcanzar su máxima expresión si al Barça regresase algún día Neymar, jugador que se marchó rumbo al PSG en el verano de 2017 pagando su cláusula de 222 millones de euros entre desplantes, reproches, medias verdades, cruces de burofax y denuncias aún no resueltas hoy y que, atendiendo a las declaraciones del presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, en público y off the record, nunca ha tenido opciones de volver. El escenario, sin embargo, podría haber cambiado. La declaración de Nasser Al Khelaifi ("si alguien no está contento, las puertas están abiertas") supone un cambio de estrategia en el PSG desconocido para el Barça, que pinchó en hueso cada vez que intentó pescar en París con Thiago Silva, Marquinhos o Verratti, por poner algún ejemplo. Una puerta podría haberse abierto para Neymar.

El pasado mes de abril, Bartomeu proclamó que la 'ruta Neymar' había quedado atrás y que el camino escogido por el club había sido el de apostar por Dembélé y Coutinho. Por entonces, sin embargo, el Barça todavía tenía opciones de triplete y el caso Coutinho no estaba encima de la mesa ni era, como ahora parece, sin vuelta atrás. Fichar a Neymar sigue pareciendo una quimera, pero hay factores que, como la declaración de Al Khelaifi, abren una puerta que invita a no ser taxativo en la afirmación de que el jugador que certificó el 3-1 en la final de Berlín de la última Champions del Barça no volverá.

Por un lado, hay cierto fervor popular pro-Neymar. Igual que existe cierto consenso anti-Griezmann, voces autorizadas como Rexach, Jordi Cruyff o Edmilson han hecho un guiño a su regreso, incluso en un momento deportivo y personal delicadísimo como pasa el ex jugador del Santos. Consideran que su encaje en el equipo como jugador más de banda y desequilibrante, capaz de picar también al espacio y con buena química con Messi, sería mucho más sencillo y mejor que el de Griezmann. Pero hay más. Neymar mantiene una excelente relación con el vestuario. Tanto, que a ellos fue a los primeros que confesó que se marcharía al PSG en la boda de Messi. Tanto, como que ellos son los que intentaron convencerlo para que no se marchase durante toda la gira americana (aquel famoso se queda de Piqué). A algunos de ellos se les vio especialmente afectados por su adiós, como a Messi en aquel Superclásico de Miami, el último partido que Neymar jugó con el Barça. "Yo te haré Balón de Oro", llegó a decirle el argentino al brasileño para intentar que no se marchase según deslizaron a la vuelta de aquel sísmico viaje a Estados Unidos miembros de la Junta directiva azulgrana. Aquel saludo frío, triste, cuando Valverde sustituyó a Neymar y Messi ya le esperaba en el banquillo, resultó descorazonador para la gente del Barça.

Y, cómo no, Neymar siempre ha querido regresar al Barça. Ya en el otoño de 2017, apenas meses después de su adiós, era un habitual en las reuniones de amigos de Castelldefels (Messi, Suárez, Rakitic, Busquets, Neymar...). También acudía asiduamente a la Ciutat Esportiva pese a tener denunciar al club azulgrana por la prima de 26 millones de euros que el club congeló en un notario para no pagarle por su marcha, Valverde dijo alguna vez (en privado) en tono de broma que estaba "cansado" de verle por el vestuario. Luego Neymar empezó la rueda de llamadas y mensajes a los miembros de la directiva con quien más relación había tenido y con los que aún podía escribirse después del lío de la salida. En la última Navidad (2018) volvió a ofrecerse y pese a que tampoco se ha cerrado nunca la puerta de Madrid, en Brasil también ha desvelado a sus más íntimos que su gran sueño es volver al Barça.

Falta por saber si el Barça va a ser capaz de activar el botón rojo para poner en marcha una mega-operación de una tremenda dificultad y que obligaría, primero, a un acercamiento 'social' entre las partes. Un guiño de Neymar al Barça, la retirada de una demanda y la puesta en marcha de una negociación con el PSG en la que deberían entrar jugadores de altísimo rango como Coutinho, Dembélé, Umtiti o Rakitic. Bartomeu no ha dicho "never, never, never" con Neymar, pero casi. Darle la vuelta a todo y poner en marcha la operación retorno sería un tremendo culebrón. Mal visto por algunos, pero ilusionante para muchos barcelonistas que guardaron entre lágrimas la camiseta de Neymar en el verano de 2017.