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REAL MADRID

Lo que tiene que mejorar el Madrid para los Clásicos

La sorprendente derrota ante el Girona y la sufrida victoria contra el Levante han mostrado la peor versión del equipo de Solari. Y ahora le llega el Barça.

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Lo que tiene que mejorar el Madrid para los Clásicos

Dos partidos, los dos previos a los diez días que van a marcar la temporada, han desdibujado al mejor Madrid de Solari, capaz de enlazar siete victorias y un empate en el Camp Nou que dispararon la ilusión en torno al equipo. Llegó el buen juego y llegaron los resultados, pero la derrota ante el Girona trajo de vuelta las dudas y la victoria contra el Levante las ha alimentado. Este bajón en una semana deja tareas pendientes para los dos Clásicos, el miércoles en Copa y el sábado en Liga.

Ajustar la defensa

El Girona, de menos a más, acabó disfrutando en el Bernabéu. Desde la alegría con la que le facilitó jugar la permisividad del Madrid, remontó y se llevó los tres puntos a base de buscar y encontrar recompensa por los laterales, superando a Odriozola y Marcelo. Los de Eusebio tiraron una vez más a puerta y le disputaron la posesión a los de Solari en la segunda mitad: 51%-49%. El Levante también supo hacerles cosquillas. Sin necesidad siquiera de dominar el balón, el decimotercer clasificado de Primera impidió de nuevo una puerta a cero madridista y le hizo 11 tiros. Y otro dato a corregir: en el último mes han sido expulsados Varane (Espanyol-Madrid), Sergio Ramos (Madrid-Girona) y Nacho (Levante-Madrid), un peaje que merma al colectivo.

Recuperar el centro del campo

Tampoco está en su pico más alto el centro del campo. El Casemiro-Modric-Kroos, eje imprescindible en el Madrid de las tres Champions seguidas, ha vuelto a perder fuelle tras un repunte en el que se apoyó el grupo para crecer. La falta de tensión se sintió en el Ciutat de València: cero faltas cometidas, las mismas anticipaciones que la media del Levante, sólo 14 pases buenos más y 29 recuperaciones menos. Una decisión de Solari reflejó que algo no marchaba como debía: con 1-1, cambió a Kroos, que se fue al banquillo visiblemente molesto. Con Ceballos en vez de Modric, frente al Girona anticiparon menos (2-5), ganaron menos de cabeza (15-20), sólo dieron 11 pases buenos más (148-137) o robaron cerca de la mitad (12-24) que sus rivales en esa demarcación.

Afinar la puntería

Pese a la menor fluidez en la circulación y cierta apatía, el Madrid ha mantenido en este valle sus números en cuanto a producción ofensiva. Durante su magnífica racha, promedió 17,5 disparos por partido y contra Girona y Levante ha elevado sus intentos hasta 19. Sin embargo, hay una brecha decisiva en el acierto: de 2,75 goles de media a 1,5.

Sacar provecho del fondo de armario

Ante el Girona, ninguno de los cambios marcó la diferencia: Vinicius lo intentó, pero entró con 1-0 y el partido acabó 1-2; Bale no consiguió carburar; y Mariano tampoco obró el rescate. Contra el Levante, la situación fue muy similar: Fede Valverde no reforzó el centro del campo; en Bale, que metió el penalti del triunfo, se echó en falta más participación; y Asensio, limitado por el tiempo, se quedó muy lejos del revulsivo que resultó en Ámsterdam. Por el potencial de los elegidos y la variedad a disposición (Marcelo, Ceballos, el lesionado Isco o el desaprovechado Brahim se quedaron sin aparecer en los últimos encuentros), la diferencia en los Clásicos la pueden hacer los revulsivos en los minutos que les confíe Solari.