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REAL MADRID

El secreto está en Pintus

Los jugadores pidieron calma en diciembre. "Volaremos en febrero", decían. Confiaban en que el 'regreso' de Pintus sería clave y así ha sido.

MadridActualizado a
Antonio Pintus.
JESUS ALVAREZ ORIHUELA

Existen muchos factores importantes en la mejoría del Real Madrid en los últimos partidos, pero hay uno que los futbolistas destacan sobre el resto: Antonio Pintus. El preparador físico italiano, que llegó al Madrid en el verano de 2016 como una petición de Zidane, ha recuperado la importancia que perdió con Lopetegui. Los jugadores siempre le apoyaron (Marcelo llegó a dedicarle un gol en la etapa de Julen) y el tiempo les ha dado la razón.

En diciembre, cuando el equipo estaba rodeado de dudas por el juego y los malos resultados, los pesos pesados del vestuario pidieron calma a los dirigentes. “En febrero volaremos, vamos a llegar como aviones”, aseguraban. El equipo, que tocó fondo físicamente en las últimas semanas con Lopetegui, tardó en recuperar el tono. La mala preparación se tradujo en lesiones y picos de forma muy bajos. De ahí que desde el vestuario se pidiera tiempo y calma. Hubo una conjura para reaccionar desde mediados de enero. Se ha cumplido.

El secreto está en Pintus

Desde el club, muchas voces compartían esta opinión. Se señalaba a Óscar Caro como uno de los principales responsables de la mala dinámica del equipo. Lopetegui le trajo como su preparador físico de confianza y relegó a Pintus a un segundo plano. Caro nunca tuvo ‘feeling’ con el vestuario, que no entendía sus métodos.

Esa mala planificación física se evidenciaba en el césped. El Madrid no remontaba un partido desde el 28 de agosto, precisamente contra el Girona en Liga. Desde entonces, hasta once veces se habían puesto por detrás en el marcador y nunca remontaron. Además de la remontada en Copa contra el Girona, contra el Betis y el Sevilla el Madrid ganó el encuentro en los minutos finales apoyados en un momento dulce en el apartado físico. Tal y como prometieron desde el vestuario, el equipo ahora “vuela”. Y no es casualidad: el secreto está en Pintus.