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LEGANÉS

Cuéllar: "A veces te tienen que lesionar para que piten falta"

El portero del Leganés rompe su silencio tras el gol de Suárez en su cuenta de Instagram. Pide más protección para los porteros y desliza que hubo cánticos deseándole la muerte en el Camp Nou

Actualizado a
Cuéllar es atendido por los servicios de asistencia médica.
Sergio RuizPRESSINPHOTO/GTRES

Iván, el Pichu, Cuéllar, portero del Leganés ha hecho a última hora del lunes su primera valoración de lo sucedido ayer cuando, en el 2-1 del Barça, Luis Suárez marcó gol tras una posible falta al guardameta que no pitó ni el árbitro de campo, De Burgos Bengoetxea, ni el árbitro del VAR, Iglesias Villanueva. En su cuenta de Instagram el guardameta ha pedido más protección para los porteros en ese tipo de jugadas al tiempo que ha adjuntado tres fotos. La primera, con la celebración del gol de Braithwaite, y las dos siguientes en las que se ve como Suárez le impacta con la rodilla izquierda en la cara. También ha deslizado la existencia de posibles cánticos deseándole la muerte durante el partido.

"¿Gol, no gol? En estas acciones los nombres, camisetas y escudos que defiendas quedan a un lado porque prevalece la integridad física del jugador. En concreto tengo que defender al colectivo de los porteros, porque en muchas ocasiones nos sentimos desprotegidos e incluso desgraciadamente pensamos que hay que tener alguna lesión para que una decisión pueda estar de tu lado", ha escrito el arquero. "Espero y deseo que esta reivindicación sirva para que nos juzguen equitativamente", continuó el guardameta, quien también ha lamentado los cánticos que, supuestamente, habrían deseado su muerte durante el transcurso del partido.

"[Quiero] expresar mi más profundo repudio a las manifestaciones y entonaciones de cánticos por parte de la afición exaltando la muerte. Es algo que denuncio y que espero que nunca se repita en ningún estadio contra ningún compañero de trabajo”, dijo al respecto el guardameta.

Por último, Cuéllar ha valorado el trabajo que hizo el Leganés en la visita al Camp Nou. "Estoy orgulloso del gran trabajo, actitud y esfuerzo del equipo a pesar de no obtener el resultado deseado. Quiero dar la enhorabuena al FC Barcelona por la victoria (…) A partir de aquí, vamos con la mente puesta en el importantísimo partido del sábado", cerró su misiva Cuéllar en referencia al partido del sábado que viene frente al Eibar en Butarque.

Cuéllar volvió con los tacos de Suárez marcados en el brazo

Iván, el Pichu, Cuéllar, regresó el domingo por la noche de Barcelona con los tacos de Luis Suárez marcados en el antebrazo de su mano derecha. La señal, cuentan a As fuentes del vestuario blanquiazul, no es un roce cualquiera. Es llamativa. Un hematoma similar, relatan sus compañeros, al que queda en una pierna después de que se haya recibido una entrada en plancha a la altura de la espinilla, sólo que en el caso del extremeño, la herida está en su brazo y no en el muslo.

De este modo se corrobora lo que comentó Recio tras el partido frente al Barça, cuando el centrocampista afirmó ante las cámaras de Movistar Partidazo que le habían enseñado a De Burgos Bengoetxea, árbitro del choque, la marca “de los tacos de Suárez” sin que el trencilla hubiera hecho caso a las pruebas de la infracción.

Malestar con Valverde

Es decir, que Cuéllar, insisten por Butarque, no fingió cuando necesitó de las asistencias médicas para que le trataran tras el 2-1. Alberto Lam, médico del equipo, y Alejandro Lanchas, uno de sus fisios, tuvieron que vendar la extremidad del extremeño fruto del golpetazo. No era cuento.

Sin embargo, después del partido, Ernesto Valverde, entrenador del Barça, dejó entrever que lo de Pichu era teatro. “Es un gol como un piano de grande. Suarez no toca al portero. Es cierto que le han estado atendiendo un rato y eso va muy bien para el qué dirán, pero no hay más”, afirmó el técnico blaugrana. Estas declaraciones no han sentado nada bien por Leganés. Es más, al sur de la capital añaden que Suárez también impacta con la rodilla en la cara de Cuéllar en la jugada del 2-1.

Un gol que, como han demostrado nuevas repeticiones, no llega porque Suárez da primero la pelota y luego la mano, sino porque el uruguayo golpea directamente la extremidad del portero, quien, por la patada, palmea el esférico hacia su propia portería.

Pese a lo llamativo de la señal que ha quedado en el brazo de Cuéllar, el portero extremeño podrá jugar sin problemas el partido del Leganés frente al Eibar del próximo sábado. Se trata sólo de una herida de guerra que irá desapareciendo con el tiempo de la piel del guardameta, aunque seguramente no de su recuerdo.