Los propósitos de Solari
El argentino inicia 2019 con el reto del más difícil todavía en Champions, el maratón de Copa y una Liga con todas las opciones aún abiertas.
Recortar puntos con el líder
El primer desafío para el Real Madrid de Solari es consolidar su recuperación en la Liga. Desde el prisma de casi una década en la que el campeón ha necesitado al menos 90 puntos para entonar el alirón, 29 puntos tras 16 partidos disputados parecen un bagaje imposible para luchar por el título. Pero la proyección apunta actualmente a un campeonato en torno a los 85 puntos. A pesar del mal inicio, con un partido menos el Madrid está a ocho puntos del Barça, cinco del Atlético y tres del Sevilla. Antes de la reanudación de la Champions, se enfrentará a hispalenses (20ª jornada, sábado 19) y rojiblancos (23ª jornada, 9-10 de febrero), dos piedras de toque para medir las opciones con las que pueda llegar al Clásico del 2 de marzo (26ª jornada).
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Ganar la Copa cinco años después
Si en la Liga el Madrid parte en desventaja, en la Copa todo está abierto. El torneo del KO volverá a quedar visto para sentencia tras su maratón invernal cubriendo la ausencia de la Champions (aunque este año la vuelta de semifinales quedará descolgada en la semana de descanso de octavos). La Copa, a pesar de su decaído prestigio, sigue siendo el camino más corto hacia uno de los tres títulos de largo recorrido. El Madrid no la gana desde la cabalgada de Bale ante el Barça en 2014 y, salvo la eliminación a manos del Atlético en 2015, en los últimos años ha sido apeado por equipos teóricamente alejados de su potencial: Cádiz, Celta, Leganés. Precisamente, los pepineros serán el próximo escollo en octavos (miércoles 9 y 16).
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Seguir haciendo historia en la Champions
Solari afrontará en Europa el reto del más difícil todavía: sumar un cuarto entorchado consecutivo que ningún equipo ha logrado encadenar desde que el propio Madrid lo hiciera en el albor de la Copa de Europa. Zidane logró primero un hito en la era Champions (dos consecutivas) y luego igualar otro inédito desde los 70 (tres Copas de Europa seguidas). El Ajax es el rival en octavos y, de superarlo, el Madrid conocería enseguida (15 de marzo) todo el camino a la final. Esta temporada se sortearán cuartos y semifinales a la vez. Por si fuera poco para los blancos, la final (1 de junio) cuenta con el aliciente de disputarse en el Wanda Metropolitano...
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Mejorar el juego del equipo
La imagen es la asignatura pendiente del equipo blanco tras el relevo en el banquillo. El equipo gana , pero no enamora. Ha conseguido tirar de eficacia para ganar a Valencia, Huesca y Rayo Vallecano y remontar el vuelo en Liga. Pero han sido partidos espesos, más de oficio que de brillo y solvencia. El buen regusto que dejó el Mundial de Clubes debe tomarse con la cautela de unos rivales alejados del epicentro de la elite europea.
Echar el cerrojo
Los goles encajados están siendo uno de los lastres del Real Madrid. El Madrid se fue de vacaciones con 31 tantos en contra en todas las competiciones y las dos últimas campañas (68 en la 17-18 y 70 en la 16-17) están entre las tres peores de la última década en este apartado. El Real Madrid ha cerrado el año natural con 74 goles en contra, el peor dato desde 2003 (77). Con Solari el desempeño defensivo ha mejorado (Courtois ha mantenido su portería a cero en seis de once partidos, solo dos con Lopetegui), pero cuando le perforan la portería, la sangría es sustanciosa: dos goles el Celta, tres el Eibar, otros tres el CSKA...
Potenciar el crecimiento de Vinicius
A falta de galácticos, Vinicius fue la incorporación (quizás no estrella, pero sí ilusionante), del verano. Lopetegui no le dio confianza y se fue fogueando en el Castilla de la mano de Solari, quien ya como responsable del primer equipo le ha ido concediendo más minutos. La joven promesa, además, tiene flor: un remate suyo desviado por Kiko Olivas abrió el camino a la victoria contra el Valladolid en el debut del argentino en el banquillo de un Bernabéu que ha acogido a Vinicius con entusiasmo.
Recuperar la mejor versión de Marcelo, Asensio, Isco...
La crisis blanca ha coincidido con el mal momento de varios jugadores que no han rendido a su nivel óptimo. El éxito del triplete de Zidane hace dos temporadas se basó en un plan B que permitió dosificar con éxito y brillo a los titulares. Titulares como Marcelo, Modric o Varane y secundarios llamados a ser protagonistas como Marco Asensio han iniciado la temporada lejos de su potencial. Capítulo aparte merece Isco. El malagueño ha sido el gran damnificado por la llegada del argentino al banquillo. Ha pasado de importante a casi residual. Pero Solari no quiere que se desenganche, consciente de que la temporada es larga y el Madrid está vivo en los frentes de la Liga, la Copa y la Champions. "Isco ha dado muchas alegrías y nos las tiene que seguir dando", declaró el entrenador este miércoles...