Piqué cumple su palabra
El central avisó el pasado octubre que "las cosas van a cambiar" y ha mejorado su rendimiento. Lo ha jugado todo en Liga y Champions y marcó por segundo partido consecutivo.
Después del empate del Barcelona en Valencia, partido en el que Gerard Piqué fue señalado como principal responsable del gol de Garay en el minuto 2, el central catalán dio la cara en la zona mixta de Mestalla y lanzó un desafío: "Son muchos años, hay mucha gente esperando que las cosas no me salgan bien, no sólo en Madrid, pues que aprovechen y salgan un poco de la cueva y tomen el sol porque las cosas van a cambiar". Dos meses después, Piqué ha cumplido su palabra y se ha erigido en uno de los mejores jugadores del equipo.
El domingo ante el Villarreal jugó un partido estupendo. No únicamente estuvo brillante en el área propia, donde se impuso en todos los duelos ante los rivales y sacó la pelota con criterio, sino que además logró el gol que abría la lata del partido. Su segundo tanto consecutivo tras el que marcó el miércoles en Eindhoven y que permitió al Barça ganar el partido y sellar una jornada antes del final su clasificación como primero de grupo.
Después de un inicio de temporada en el que el central parecía estar más pendiente de sus negocios fuera del terreno de juego con la creación del nuevo formato de la Copa Davis que le llevaba en plena semana de entrenamientos a Shangai, a Londres o Madrid para mantener reuniones con la Federación Internacional de Tenis, jugadores o patrocinadores, Piqué vuelve a ser el de siempre.
Sus números en lo que va de temporada así lo atestiguan. Piqué ha jugado todos los minutos de la Liga y de la Champions y sólo se ha perdido un partido oficial, la ida de los dieciseisavos de la Copa en el campo de la Cultural Leonesa. Es decir, ha jugado 20 partidos de 21 posibles sin ser nunca sustituido. Un registro que tiene el precedente más próximo en la temporada 2005-06 cuando Puyol completó 20 de 21 partidos.
Pero es que además, Piqué ha añadido a este rendimiento una gran eficacia de cara a la portería rival siendo decisivo en su área y en la contraria.
El domingo marcó el primer gol ante el Villarreal, su segundo tanto consecutivo en una semana tras marcar el miércoles en el Philips Stadion y también su segundo gol en LaLiga tras el que le hizo al Girona y valió salvar un punto en el Camp Nou. También marcó en Tánger el gol de empataba la final ante el Sevilla y que decidió Dembélé en los instantes finales.
Cuatro goles lleva el central esta temporada en diciembre y está a tres de su máxima marca como goleador que son los siete goles que marcó en el curso 14-15. Sin contar las dos asistencias que dio a Suárez y Dembélé para lograr empatar in extremis el partido en el campo del Rayo.
Los críticos parece que, como anunció el central, deberían ir volviendo a meterse en la cueva tras su momento de gloria.
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