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BARCELONA

Dos meses después, Dembélé vuelve a la casilla de salida

Pese a sus cinco goles, fue sacrificado por el cambio táctico ante los tropiezos ante Girona, Leganés y Athletic. Podría ser titular ante el Sevilla, a quien derrotó en Tánger.

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Dos meses después, Dembélé vuelve a la casilla de salida

Dos meses después de resolver la Supercopa de Tánger con un misil tierra-aire que pareció simbolizar su despegue definitivo del Barça, Dembélé ha regresado a la casilla de salida en el Barça. Sus cinco goles oficiales y su prometedor inicio de temporada individual ha pesado menos que la semana maldita en la que los azulgrana pincharon ante Girona, Leganés y Athletic. Valverde entendió que el equipo necesitaba un retoque y en Londres y Valencia cambió el equipo. Arthur fue elegido , Coutinho se adelantó unos metros y Dembélé perdió su puesto de titular.

Hay que ver cómo encaja el golpe Dembélé, un jugador envuelto en una sombra de dudas y del que nadie parece fiarse al cien por cien. Como si nadie creyese realmente en una explosión que podía intuirse cuando marcó en cuatro partidos seguidos: Valladolid, Huesca, Real Sociedad y PSV. El gol parecía la mejor inyección para un futbolista que jugó sin confianza la temporada pasada, a medias por la lesión, a medias por no sentirse importante. Dembélé siempre parece bajo sospecha. El eslabón más débil de la cadena. El elegido, por ejemplo, para ser sustituido en un descanso (Girona) si el Barça se queda con diez jugadores.

Con Coutinho recién aterrizado de Arabia Saudí, es probable que Dembélé, que ha vuelto a la casilla de salida de agosto, sea titular ante el Sevilla. En ocasiones es difícil discernir si es el Barça en general el que no cree en Dembélé o si es el mismo francés el que no termina de dar un paso definitivo. Dembélé había empezado el curso a gran nivel. Su media de pérdidas de balón es alta, pero tomó más decisiones acertadas para el equipo que la temporada pasada. Jugó con más criterio y fue más amenazante en los últimos metros. Su confianza creció en el disparo. Hizo goles y volvió a demostrar que a campo abierto es tremendo. De momento, no ha sido suficiente para quedarse en el once. El cambio de sistema y la necesidad de Valverde de añadir un centrocampista para recuperar el control le ha penalizado. Otra vez, kilómetro cero.