Las asignaturas pendientes del Real Madrid en Moscú
Después de tres partidos grises en Liga, el equipo blanco está llamado a recuperar contra el CSKA la brillantez que exhibió frente al Roma.
La Champions vuelve a aparecer en el calendario del Real Madrid. La competición fetiche del club blanco y en la que el equipo de Lopetegui ha mostrado esta temporada (contra el Roma) su versión más brillante. Con el himno de la máxima competición europea de fondo, el compromiso contra el CSKA en Moscú se presenta como la ocasión ideal para redimirse de sus últimos resultados en Liga.
Recuperar el gol y la efectividad
Un gol en los últimos tres partidos. Más de 235 minutos sin marcar. Al Real Madrid se le está resistiendo la portería rival. Contra el Sevilla fue el partido de Liga que más disparó a puerta: 21 remates. Agua. Solo contra el Roma (30 remates) buscó más la portería rival esta temporada. Pero solo en tres ocasiones fueron entre los tres palos. Contra el Atlético mejoró (6 de 15), pero se topó con un espléndido Oblak. Su contundencia y efectividad ha disminuido con el avance de la temporada. En los tres primeros partidos de Liga marcó diez goles y en todos ellos presentó más de un 25% de efectividad. Por el contrario, en los últimos cuatro encuentros oficiales ha necesitado 71 remates (20 a puerta) para convertir solo dos goles.
El enésimo resurgir de Benzema
El inicio de temporada arrojó esperanzas sobre Benzema. Sin el trabajo que realizaba para Cristiano Ronaldo, el francés podría enfocar más su juego hacia la portería contraria. Estaba respondiendo. Marcó al Atlético en la Supercopa de Europa y sendos dobletes contra Girona y Leganés. Todo eso fue antes del parón de selecciones. Un particular virus FIFA (Benzema no acude a la selección de Deschamps desde que estalló el caso Valbuena hace tres años) que ha dejado seca la producción goleadora de Benzema.
Solidaridad en la recuperación
Una de las claves de la derrota blanca en Sevilla fue la falta de intensidad del equipo. En el Sánchez Pizjuán fue solo recuperó 41 balones, su peor partido en este apartado.
El efecto agitador del banquillo
La profundidad de la plantilla blanca fue hace dos temporadas una de las claves del doblete. El plan B funcionó como titular en las rotaciones y como revulsivo en los cambios. Esta temporada el Madrid está echando de menos el efecto de jugadores como Lucas Vázquez, menguado de protagonismo (solo ha jugado 139 minutos) y aportación ofensiva (sin goles ni asistencias). La ausencia de Bale, unida a la de Isco, puede abrir una oportunidad de minutos para el gallego.
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