Kluivert y Dzeko ya suman
Una gran jugada del joven jugador acabó en un centro que el veterano delantero convirtió en gol al borde del descuento. El Roma empieza la Serie A ganando.
El Calcio ha empezado muy entretenido: el Roma respondió a la sufrida victoria de la Juve y a la remontada del Nápoles con un triunfo por la mínima en el complicado campo del Torino de Mazzarri, donde pocos lograrán llevarse los tres puntos.
Ambos conjuntos fueron protagonistas en el mercado: Monchi fichó a 12 jugadores, los 'granata' a 11 (Zaza y Soriano fueron las últimas incorporaciones, sobre la bocina), pero solo dos caras nuevas por equipo fueron titulares en este partido (Izzo, Meité, Olsen y Pastore).
El agobiante calor de Turín (el árbitro concedió dos 'cooling break'), hizo que la primera mitad fuese de ritmo lento, casi aburrido, y con muchos errores. El partido, no obstante, prometía algo más y lo confirmó con tres palos: dos para los visitantes (de Kolarov y un egoísta Dzeko, que sin ángulo prefirió chutar) y uno para los locales (Rincon, cuya rosca golpeó el larguero). De Silvestri, además, tuvo que abandonar el enfrentamiento tras un choque en el costado con el mismo Kolarov.
En la reanudación, en cambio, pasó de todo. Se abrió con una cantada de Olsen, que por poco no desvió en su portería un disparo de Baselli y otro error del heredero de Alisson, que no evitó el gol tras un remate de Iago Falque bastante centrado. El gallego celebró a lo grande el tanto a su exequipo junto con todo el estadio, pero un minuto después el VAR lo anuló por fuera de juego de Ola Aina, autor de la asistencia.
La agresividad de los 'granata' puso en apuros a los romanistas, y Di Francesco empezó a cambiar: entraron los nuevos fichajes Cristante y Justin Kluivert, y también Schick. El Toro fue de más a menos y también perdió por lesión a Izzo, aunque con sus contragolpes, un clásico de Mazzarri, daba la sensación de poder hacer daño en cualquier momento (Olsen, esta vez muy bien, neutralizó uno que había finalizado Belotti con un zurdazo).
Dzeko fue el protagonista del desenlace: en el 80’ golpeó el palo con un cabezazo tras una falta de Kolarov y, nueve minutos después, aprovechó una gran jugada y un centro de Justin Kluivert (que se estrenó a lo grande) con una maravillosa volea que valió los tres puntos. Fue el tanto de la victoria y un mensaje fuerte a Juve y Nápoles: el Roma, este año, quiere acercarse aún más a la cima.
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