Suecia, a por otro gigante
Inglaterra ha ido de más a menos en este Mundial. El hashtag ‘It’s coming home’ (el fútbol vuelve a casa) ha enfadado a los suecos.
Si este partido se jugara en la Play, Inglaterra ganaría “99 de 100 veces”, como dijo el comentarista de la BBC Pat Nevin. Pero este es el Mundial más democrático de la historia. Si se calcula la diferencia de goles de las grandes selecciones y las de un ránking menor se observará que nunca antes la diferencia había sido menor. Pese a que a nivel de clubes es cada vez más clasista, en la Copa del Mundo la igualdad es creciente. Y Suecia, que no ha pisado unas semifinales desde el 1958, tiene suficiente nivel competitivo para soñar ante una Inglaterra que ha ido de más a menos pero que se ha plantado en los cuartos con la máxima confianza (sigue el partido en directo en As.com).
De eso se trata también. Las estrellas en la zamarra no marcan el camino, sino cómo se llega y cómo se compite. Inglaterra ha superado todos los obstáculos, especialmente psicológicos, y Suecia ha sabido dejar atrás a Alemania en la fase de grupos y a Suiza, pero además ya apeó a Holanda e Italia de camino.
En todo caso los suecos están mosqueados. La campaña ‘It’s coming home’ (el fútbol vuelve a casa) de los ingleses les ha afilado los dientes. En realidad, es un hashtag que usan desde Lineker a Neville, pasando por miles de aficionados que crean memes y bromas al respecto, porque tiene un punto irónico. Inglaterra hace tiempo que no gana nada y ya toca -dicen- que el fútbol vuelva a casa, siempre nos quedamos a la mitad. Pero también es cierto que detrás de una broma colectiva hay también el reflejo de una aspiración de la que se habla sin tapujos: ganar el Mundial. Inglaterra parece, como se ha dicho, el chico que tras una cita ya está preparando la boda.
Le falta juego a los ingleses y los suecos tienen mucho oficio. Pero da la impresión de que Suecia, que antes del Mundial no había ganado en seis, sin gol en 337 minutos y dejó a Ibrahimovic en casa, no puede dar mucho más de si. La victoria ante Suiza fue un chut de Forsgerg desviado. Inglaterra, por su parte, puede y tiene la obligación de mejorar. En las últimas dos horas que han jugado han marcado de penalti, pero sus futbolistas son mejores de lo que han mostrado.
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