Messi el vikingo

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Aún sin restablecerse del todo de las heridas que Messi sufrió recientemente con su selección, vuelve el crack del Barça junto a Argentina a un gran torneo con la obligación de coronarse por fin a nivel de selecciones (sigue el partido en directo en As.com). Rusia le espera con los brazos abiertos. En realidad, el mundo entero. Y se podría decir que la historia. Para algunos, Leo aún no come en la misma mesa que Maradona y sólo le daría un asiento conquistar un título con la Albiceleste, prácticamente lo único que le falta a su carrera. Hoy empieza ese camino, uno nuevo, después de quedarse a las puertas del final feliz en el último Mundial y en las dos últimas Copas América.

El problema de Messi, más que él mismo, es lo que le rodea. Argentina llega entre dudas y después de una preparación mundialista calamitosa. Su único amistoso fue una goleada ante la débil Haiti y un posterior test en Israel fue cancelado por la negativa de los jugadores, abanderados por Messi, de jugar un encuentro con demasiados tintes políticos. Es decir, aquel 6-1 en el Wanda de hace unos meses es su último ensayo clínico. Un desastre, como también lo fue la clasificación en las Eliminatorias sudamericanas.

Por si fuera poco, las lesiones y los vaivenes de Sampaoli tampoco ayudan. El portero Romero cayó al poco de dar la lista y Lanzini le secundó poco después. Con o sin ellos, Argentina suena a equipo caduco, con Willy Caballero y Mascherano como líderes del cementerio de elefantes. Sí llega bien Agüero y ese es un motivo esperanzador.

Argentina tendrá enfrente un debutante mundialista, Islandia, el país con menos población de la historia de los Mundiales (330.000 habitantes). El cuento de hadas de la Eurocopa, en la que llegó a cuartos eliminando a Inglaterra, se ha proyectado hasta el Mundial con la misma receta de siempre: un equipo unido, un dentista como entrenador y una afición famosa por su grito vikingo, el Hu. Milagros del fútbol.

Trabajo extra para frenar la artillería aérea islandesa

Hallfredsson, Sigurdsson, Arnason… Los apellidos de los islandeses representan el núcleo de la artillería aérea del equipo nórdico en cada córner o tiro libre cerca del área que tienen a favor y este es, a 24 horas del estreno, el máximo desvelo de Sampaoli. El técnico de la selección dedicó el último entrenamiento a trabajar la defensa del balón parado, que en los últimos años fueron siempre una prueba a medio aprobar y que se presenta como el principal arma del rival en la apertura.Con diez centímetros más de altura en el promedio general, Islandia tiene puesto un alto porcentaje de sus opciones en ataque en los centros laterales y los lanzamientos libres. —V. Brunati

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