El Villarreal acaricia Europa gracias al gol de Mario

El Valencia ya festeja la Champions. La tiene. Es suya. Lo es por sus 67 puntos, aunque ayer la celebrara porque no ganó el Betis. Anecdótico. El mérito es propio, aunque tras el derbi sean ya cinco las jornadas que llevan los blanquinegros sin ganar. El Villarreal está también muy cerca de Europa. El gol de Mario sentenció el derbi y dejó a todos contentos. A los de Marcelino, pese a la derrota, porque nadie le quita ya la cuarta plaza. A los de Calleja porque les falta solo un punto para estar por quinta vez consecutiva tiñendo de amarillo el viejo continente.

Marcelino regresó a la que fue su casa por la puerta grande. La de la Champions. Estaba el asturiano dando las últimas indicaciones de cara al derbi cuando en San Mamés llegaron los goles del Athletic, que en el día de ayer lo fueron también del Valencia. Milagros, a Lourdes. La vuelta blanquinegra a la élite europea, que dejó de ser su habitat natural por un cúmulo de pésimas gestiones, es un premio al saber hacer de Marcelino, a la solidaridad del vestuario y al sentido común de Mateo Alemany. Merecido. Merecidísimo cuarto puesto. Y meritorio. Con poso y estilo, como se vio en Vila-real.

De Champions, aunque no vaya a jugarla, es también Sergio Asenjo. Todo un ejemplo humano y futbolístico. Cuatro lesiones de ligamento cruzado y cuatro reapariciones como si nada le hubiera pasado. Fue un derbi de toma y daca, de dominio amarillo y colmillo blanquinegro. En el que se le veía a Castillejo con ganas, también a Carlos Soler; en el que Cheryshev llevaba loco a Vezo y Parejo sacaba su clase con balones en largo. Pero si el Villarreal se marchó al descanso lamentándose por sendas ocasiones que tuvo Bacca, una que le sacó Gabriel Paulista y otra Neto, fue por Asenjo. Primero frenó un contragolpe mayúsculo del Valencia: bestial pase en largo de Parejo al desmarque de Mina, preciso centro del gallego y remate envenado de Rodrigo. Pero ahí estaba Asenjo. Abajo, firme. Como también estuvo seguro en un mano a mano con Mina. Asenjo se le hizo gigante y la portería una caja de Juanolas.

Poco a poco el Villarreal fue ganando más duelos y con ellos metros. Rodrigo y Trigueros hicieron suyo el balón. De Asenjo no hubo más noticias. Sí de Neto, tras disparo de Castillejo. Pero los amarillos no pisaban área con frescura. El Valencia, a esas alturas, se conformaba con volver a dejar su portería a cero. Habría sido la quinta vez en las últimas diez jornadas. Pero no hubo lugar. Mario, ganándole la partida a su marcador tras saque de falta de Trigueros, abrió la lata de Neto y acercó al Villarreal a jugar la Europa League. Tiene mérito también lo suyo. Calleja va a cumplir con el objetivo y lo hace sin Bakambu. Por ello se le renovará.