La Juve remonta y está a un paso de su séptimo alirón consecutivo
Los locales se sobrepusieron al tanto inicial de Verdi con tres goles en la segunda parte, obra de De Maio, Khedira y Dybala.
La Juventus está a un paso de su séptimo alirón consecutivo: después de un primer tiempo complicado, Douglas Costa hizo de cazafantasmas ante el Bolonia y guió los suyos hacia una remontada que supone otro scudetto más. Los siete puntos de ventaja sobre el Nápoles (que mañana recibirá al Torino), valen oro: ahora, los bianconeri pueden concederse también una derrota en la complicada visita al Roma. En la última jornada, en el Allianz llegará el ya descendido Verona: será suficiente batirlo para celebrar.
Sin los lesionados Mandžukic y Höwedes ni el sancionado Dybala, Allegri decidió dejar en el banquillo también a Douglas Costa, apostando por un 3-5-2 con Dybala e Higuaín arriba. Con este vestido la Vecchia Signora no pareció estar muy cómoda. Sacando dos ocasiones para la pareja argentina, apenas creó peligro, mientras que el Bolonia hasta consiguió adelantarse en el marcador. Tras un mal pase de Buffon, Rugani paró con las malas a Cristeig, que se iba sólo hacía la portería en el corazón del área. El árbitro, tras una larga consulta con el VAR, si concedió penalti, pero ahorrándole la cartulina roja al zaguero. Verdi se presentó desde los once metros, y no falló.
En el arranque de la reanudación, Allegri sacó a Douglas Costa en el lugar de Matuidi, cambiándole totalmente la cara a su equipo. Los resultados se vieron enseguida: en el 51’ llegó el empate, gracias a un torpe gol en propia puerta de De Maio tras un centro de Cuadrado. Totalmente desequilibrada al ataque, la Juve concedió una ocasión a sus rivales, con Krafth que, después de un centro-chut de Verdi, disparó cerca de la portería de Buffon, que desvió fuera con la ayuda del palo.
Fue la última ocasión para los rossoblú: Khedira, empujando entre palos un centro del imparable Douglas Costa, marcó el 2-1, aunque los de Donadoni protestaron por un posible empujón del alemán a Keita antes de chutar. Era el 63’, y seis minutos después llegó la sentencia con Dybala, que aprovechó la enésima jugada de Costa y firmó con la zurda su diana número 22 de esta Serie A, la 26 de su curso, el mejor de su carrera.
Antes del pitido final hubo tiempo para una espectacular rabona de Douglas Costa, siempre él (que además ayer fue papá: enhorabuena), a centímetros de un gol maravilloso. Habría sido la guinda de un pastel ya muy rico: el scudetto, tras el susto de hace dos semanas con el Nápoles, ya va en camino de Turín.
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